¿Qué hace un ninja en el siglo XVII español? Garantizar el éxito de 'Águila Roja'

¿Qué sería de 'Águila Roja' sin un salvador del pueblo? Los puristas de la historia se llevan las manos a la cabeza al ver a un ninja en el siglo XVII español, pero es un ingrediente más en la receta del éxito para que la serie sea la más vista en España.

En unos días las parrillas de las cadenas se llenarán de series basadas en personajes históricos o momentos del pasado español contadas con pequeñas licencias de ficción. Quizá por eso 'La Princesa de Éboli' que graba Antena 3 tiene el parche en el ojo derecho mientras el personaje histórico lo llevaba en el izquierdo, o los bandoleros de 'Tierra de Lobos' parecen más sacados del lejano Oeste que de la España del siglo XIX.

Estos detalles son los que pueden molestar a los espectadores más puristas, pero si la historia es buena, está bien contada, muy documentada, entretiene, enseña y cuenta con un elenco de actores capaces de resolver cualquier guión, tiene parte del éxito garantizado y los tan buscados gazapos por parte de la audiencia se quedan en meras anécdotas.

Cuando preguntamos a Pilar Nadal por la clave del éxito de 'Águila Roja' reconoce que ahora "es fácil de responder". Entretiene, enseña, arrasa en audiencia a la mismísima Belén Esteban o Isabel Pantoja. Sí, hay un ninja fuera de contexto, pero en más de una ocasión el propio actor ha reconocido que conoció el arte de la lucha en el lejano oriente y no olvidemos que es ese ingrediente de ficción que tiene la serie para ser un éxito redondo.

En su día Globomedia hizo un salto al vacío sin red. Y es que 'Águila Roja' ha supuesto un punto y aparte en la producción de ficción española.

Cuando Globomedia se enfrenta a 'Águila Roja' tenían una cosa clara. Querían entretener y contar la historia de la corte de Felipe IV lo más pegada a la realidad posible. Para luchar contra la etiqueta que hace de la historia algo duro de digerir dieron vida a un ficticio salvador del pueblo capaz de engatusar a todo el público.

En el equipo de la serie una historiadora se encarga de documentar al equipo de guionistas cuando éstos necesitan tirar del pasado español. Así el personaje del Rey es en realidad Felipe IV, el monarca español que vio como se quedaba sin nada.

Y es precisamente ese rey el elegido porque a la hora de pensar en la serie se buscó un siglo complicado, con conflictos. Una historia con tragedia de por medio es más fácil de contar. Las epidemias, las torturas, las supersticiones, las creencias… todos estos ingredientes se nutren de hechos históricos en todo momento.

Y dicho realismo es lo que consigue engatusar a todo el público. La productora quería huir de hacer una ficción sólo para niños. El personaje de el Comisario, defendido por Francis Lorenzo, y todas sus técnicas de torturas así como instrumentos están documentados y contados tal y como fueron. No se maquilla la maldad del momento. Esta puede ser la explicación a que tanto hombres como mujeres estén enganchados a una serie que aunque no estaba pensada para los más pequeños de la casa ellos también tienen un héroe con el que soñar.

El medallón lo creó un orfebre

Para conseguir ser fiel a la realidad del momento entra en juego el presupuesto con el que cuenta la serie. De hecho es una de las más caras del panorama español. Sólo así se pueden rodar las escenas de acción, buscar las localizaciones más adecuadas y construir todo lo necesario.

Un ejemplo es la famosa medalla del salvador del pueblo. En la realidad la fabricó un orfebre exclusivamente para la serie con el mecanismo que pidieron los guionistas. El vestuario es otro punto fuerte de la serie. Algunos vestidos se pueden alquilar, pero la mayoría hay que hacerlos de cero. Otro departamente que trabaja muchísimo es el de carpintería, para conseguir ambientar cada escena con el más mínimo detalle. "Los instrumentos de tortura se han creado todos", asegura Pilar. Pero eso no es todo. Un maestro japonés creó la máscara de acero que llevó la Marquesa en uno o dos capítulos.

La falta de publicidad exige más al guión

Nada puede fallar porque detrás de la pantalla está el espectador exigente que más allá de encontrar fallos históricos no quiere que su serie pierda ritmo.

Desde que TVE no emite publicidad la serie cuenta con ventajas, pero también con inconvenientes. Hace muchos años los guionistas proponían a las cadenas donde cortar la serie. Ellos sabían como dejar la trama en alto para que el espectador volviera. Ahora la cosa no es así y una serie debe llevar ritmo y en cada secuencia intentar soltar un gancho para que el espectador no intente hacer zapping.

De Curro Jiménez a Aguila Roja

A día de hoy nadie duda del éxito de 'Águila Roja', pero en su día rompió moldes en un momento en que la televisión no está para muchos cambios porque a la mínima que un programa no da la talla, desaparece de la parrilla. La ficción de Globomedia no es el caso. Ya podemos hablar de que habrá cuarta temporada.

TVE encargó a Globomedia hace tres años una serie diferente. En aquella época arrasaba en la televisión las ficciones muy pegadas a la actualidad. El equipo que se puso a pensar tenía en la memoria exitazos como 'Médico de familia' , 'Periodistas' o 'Los Serrano', pero querían algo diferente. Innovar.

Al igual que 'Un Paso Adelante' fue la primera serie musical, querían rebuscar en su imaginación para encontrar una idea que mereciera la pena desarrollar. Y surgió: ¿Desde cuando no se toca la aventura y la historia española? Puede que Curro Jiménez fuera el último.