Recetas criollas retoman las mesas argentinas para celebrar la independencia

  • Las platos que cocinaban sus antepasados criollos en 1810 regresan a las mesas de los argentinos cada 25 de mayo, fecha en la que el país conmemora el aniversario de la revolución que sentó las bases de la independencia de España.

Alida Juliani Sánchez

Buenos Aires, 25 may.- Las platos que cocinaban sus antepasados criollos en 1810 regresan a las mesas de los argentinos cada 25 de mayo, fecha en la que el país conmemora el aniversario de la revolución que sentó las bases de la independencia de España.

El locro, las empanadas, la carbonada, el puchero o las albóndigas son algunas de las especialidades que desde hace unos días, en vísperas de la celebración, se pueden ver anunciadas en los restaurantes argentinos, y que hoy formarán parte del menú de muchas familias.

Son guisos que se conservan desde la formación del Virreinato del Río de la Plata, la antigua Argentina, cuando las tradiciones aborígenes se mezclaron con las costumbres españolas, explicaron a Efe profesionales del sector de la hostelería.

A pesar de tener un alto contenido calórico, los argentinos dejan siempre un hueco en sus estómagos este día para completar el menú de las fiestas patrias con suculentos dulces realizados a base de membrillo o batata.

"El 25 de mayo es una buena fecha para comer, sobre todo las comidas tradicionales del norte del país. Estos días aprovechamos para disfrutar de platos que no se consumen el resto del año", indicó a Efe Daniela, una joven argentina que hoy cocinará locro para su familia.

Elaborado a base de maíz blanco pisado y zapallo o calabaza, como ingredientes esenciales, el locro es quizá el plato más tradicional de esta fecha.

Además del locro, Daniela preparará empanadas fritas de carne que, según su origen geográfico, son conocidas como "salteñas", "jujeñas" o "santiagueñas".

"y de postre, a la tarde, se toman los pasteles de membrillo o de batata junto con el mate", explica Daniela, quien asegura que o bien en casa o en un restaurante, nadie deja de disfrutar de estos platos tradicionales en esta fecha.

Pero además de los pasteles, de sus antepasados criollos los argentinos han heredado también el gusto por la cuajada, las frutas, la natilla, el arroz con leche, los alfajores, las masitas, y la mazamorra que se solían vender por las calles.

"La mazamorra es una bebida que no es típica de Buenos Aires, pero sí se podía tomar en otras zonas del país", aclaró Daniela.

"Mazamorra caliente, para las viejas sin dientes", era la forma que los vendedores de la época, generalmente mujeres mulatas, usaban para llamar la atención de los transeúntes.

Sus ingredientes fundamentales son el maíz blanco, agua, azúcar y vainilla, aunque existe una variedad que incluye la leche y la canela en polvo.

Sin embargo, el uso de la mazamorra como bebida ha sido sustituido en muchos lugares del país por el vino tinto, que acompaña también a los tradicionales asados argentinos, una alternativa para la comida de hoy.

Habrá otros que opten por elaborar la conocida "carbonada", también originaria de la época colonial, y muy relacionada con el sentimiento de "argentinidad", aunque en realidad muy pocos saben que procede de Bélgica, donde se llama "carbonnade".

De nuevo en su elaboración el zapallo y el maíz son ingredientes fundamentales, pero los belgas le añaden cebolla y algo fundamental en esa parte del mundo, la cerveza.

Un año más, los argentinos se disponen hoy a disfrutar en familia el 25 de mayo, su fiesta patria, "que celebramos más que el 9 de Julio (de 1816, cuando se firmó la declaración efectiva de independencia)", explicó Daniela.

La Revolución de Mayo, en 1810, fue el antecedente a esa independencia y trajo como consecuencia la deposición del virrey Baltasar Hidalgo de Cisneros, dependiente de la Corona española, y su reemplazo por la Primera Junta de gobierno argentina.

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