Reportero secuestrado: "En los conflictos lloras, pero sigues trabajando"

  • El periodista del diario español El Mundo Javier Espinosa, que estuvo secuestrado en Siria seis meses, dijo que cuando se trabaja en un conflicto se actúa "de forma mecánica" y añadió: "Lloras, pero sigues trabajando".

Santander (España), 13 jul.- El periodista del diario español El Mundo Javier Espinosa, que estuvo secuestrado en Siria seis meses, dijo que cuando se trabaja en un conflicto se actúa "de forma mecánica" y añadió: "Lloras, pero sigues trabajando".

Así habló Espinosa en el curso de verano "Cronistas de las dos orillas: historias para contar un mundo en conflicto", organizado por la Agencia EFE y la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP), en el que analizó las que son para él herramientas claves del cronista de conflicto: don de gentes, documentación y dominio del idioma.

Pese a su reciente experiencia como secuestrado, Espinosa aseguró que quiere seguir cubriendo conflictos.

"El hecho de que a mi me secuestrasen es un error porque quita espacio a las víctimas", afirmó el reportero, quien criticó la tendencia "cada vez mayor" de que prime el periodista como el protagonista, lo que es "inmoral y totalmente contrario a la ética".

Con sus crónicas, Espinosa quiere provocar al lector porque le "indigna mucho" la indiferencia de la sociedad respecto a los conflictos.

Espinosa lamentó la precarización del reportero de guerra, auguró que los corresponsales "van a desaparecer" en los medios españoles, y subrayó que la información no es gratis y "si queremos tenerla, hay que pagar por ella".

Tras su intervención, la escritora y periodista ecuatoriana María Fernanda Ampuero y la periodista de La Vanguardia y presidenta de la Asociación de la Prensa de Madrid, Carmen del Riego, analizaron el estado de la crónica en España y Latinoamérica.

Ampuero se definió como una "apasionada" de la crónica "por la delicia con la que se puede contar la vida real" y ha asegurado que este género periodístico tiene "igual importancia" que la novela, el cuento o la poesía.

"Dicen los agoreros que son malos tiempos para el periodismo y sobre todo para el periodismo de largo aliento. Dios, qué glorioso tiempo el de ahora para la crónica larga y ancha, ahí en el reino de internet cabe el mundo, sus criaturas y queda sitio", apuntó.

Para esta periodista ecuatoriana, que reside en España desde 2005, el "secreto" de la crónica es que el periodista se sitúa detrás de lo que todo el mundo quiere ver y dedicarle mucho tiempo porque, a su juicio, "es la única manera de hacerlo bien".

Por su parte, Carmen Del Riego señaló que la diferencia entre la crónica en España y Latinoamérica radica "a la hora de contarlo": la primera es informativa y la segunda literaria; "lo que nunca podrá suplir la crónica es la carencia de datos con adornos", añadió.

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