Revive el cine gamberro y con altas dosis de testosterona

La cartelera de esta semana rebosa testosterona por, al menos, dos de sus costados. Casualidades del destino, en los estrenos adelantados al jueves dos son los títulos pensados para un público más bien masculino. Nadie como ellos para sacarle todo el jugo a Resacón 2: Ahora en Tailandia y Blitz. Hay películas que han sido pensadas para un público muy específico y si no se forma parte de él es complicado disfrutar de lo que se está viendo. Un grupo lo forman esas películas que podrían llamarse (que nadie se ofenda) "para tíos". La lista tiene títulos de lo más variopintos y Transformers 3 está a punto de caer en ella.

Con redoble de tambores y entre mucha expectación, los chicos de Resacón en Las Vegas han vuelto a las salas con una segunda aventura que se podían haber ahorrado. Bradley Cooper, Zach Galifianakis, Ed Helm y Justin Bartha cambian de ubicación, pero no su forma de celebrar una despedida de soltero. En Resacón 2 vuelven a liarla parda y amanecen en un cuchitril de mala muerte, en un estado lamentable, habiendo perdido al hermano pequeño de la futura esposa de Stu y sin saber qué demonios hicieron la noche anterior.

Los cambios son mínimos. Tailandia por Las Vegas. Un mono por el bebé. El hermano de la novia por el novio. Y poco más. El resto es más de lo mismo. La misma fórmula, los mismos gags, mucho chiste "caca culo pedo pis" y bromas sexuales más explícitas que otra cosa. ¿De verdad era necesario tanto pene en plano?

En una línea diferente, pero con la misma carga de testosterona se mueve Blitz. En esta, en lugar de un batallón de chistes muy masculinos lo que hay es un tipo muy duro que reparte como nadie y que hace de la violencia su seña de identidad. Un policía fuera de la ley que no podía ser otro que Jason Statham (Bruce Willis ya no está para estos trotes). Como aderezo, gracietas sobre la homosexualidad de uno de los protagonistas.

Resacón 2 y Blitz no están solas en esto de las películas cargadas de testosterona. Son las últimas, pero antes que ellas hubo muchas más y después seguirán viniendo. Algunas ya se han convertido en clásicos para los amigos de las historias gamberras, sin el más mínimo tacto y con chistes muy brutos y sexuales. Así se inició la saga American Pie y así eran Colega, ¿dónde está mi coche? y Ali G. Salvajes y donde los protagonistas presumen de valentía (inconsciencia dirían sus madres y abuelas) son todas las inscritas bajo la marca Jackass.

La clave para este tipo de películas reside en los protagonistas. Deben ser muy hombres, presumir de ello y si de por medio hay chicas guapas, armas o coches deportivos, entonces será perfecto. El mejor ejemplo es A todo gas. Va por la quinta entrega y, aunque pensada para chicos, también puede entretener a las chicas. No todas tienen que ser excluyentes. Como con A todo gas pasa con otras del estilo de Transformers, Los mercenarios, Bad Boys y hasta Tango y Cash. Todas están dirigidas a un público mayoritariamente masculino, pero se mueven en un nivel distinto al de Resacón 2 o Ali G. La diferencia está en el tono.

En otras el truco para que ellas también piquen está en el elenco. 300 es una película violenta, con tres centenares de tíos musculosos repartiendo leches a diestro y siniestro. El quid de la cuestión está en el físico portentoso de los protagonistas. Igual que en Terminator Salvation. Robots, lucha, destrucción, acción y dos guaperas como protagonistas, Christian Bale y Sam Worthington. En Resacón tienen a Bradley Cooper, pero ni por esas.

A parte quedan sagas como La jungla de cristal, Arma letal, Jason Bourne, Harry el Sucio, Rambo, Terminator y Rocky. Son otro estilo de hacer cine para ellos sin cerrarles la puerta a ellas. Hay mucha testosterona y mucho gamberrismo, pero más maduro. No se les puede comparar con las anteriores. Son clásicos de la acción, algunas tienen mucha calidad y merecen un respeto.