Rodin recupera su museo en París

  • Después de tres años de obras, Auguste Rodin recuperará el 12 de noviembre su museo en París, centrado en explicar más a fondo el proceso creativo del célebre escultor francés.

El edificio, un hotel construido en 1730 y transformado en museo en 1919, estaba en un "estado muy preocupante", dice su directora, Catherine Chevillot.

Además de rehabilitar el museo, se ha hecho "una profunda labor de presentación de las obras", explica. "El recorrido (por las 18 salas) es más fluido y el visitante tendrá seguramente una visión más completa de la forma de pensar del artista, una mejor comprensión de su proceso creativo".

"Hemos decidido sustituir bronces modernos por esculturas de yeso originales (...) Se han reubicado más de 500 obras (...) No es una revolución, sino un renacimiento del hotel Biron", añade.

Las obras costaron 16 millones de euros -unos 17,20 millones de dólares-, financiados en un 51% por el Estado y en un 49% por el propio museo.

Además de la accesibilidad (instalación de un ascensor, rampa de acceso para minusválidos) y de un nuevo sistema de iluminación, una de las mayores inversiones concierne el mobiliario de presentación de las esculturas.

"Queríamos un mobiliario inspirado en el material de un taller -asientos, bancos-, como le gustaba a Rodin, y que se fundiera lo mejor posible en el decorado del hotel", precisa Chevillot.

La iluminación con bombillas LED, que gastan menos energía, permite un ajuste "muy fino de la intensidad luminosa" y resalta "los colores de los materiales", dice la directora. "Pero lo que yo quería conservar es la luz exterior que influye sobre las obras", añade.

Una de las mayores innovaciones es la sustitución del fondo blanco de las obras por otro de color topo, elaborado especialmente para el museo. "Con el fondo blanco, los mármoles desaparecían y los bronces parecían estar como a contraluz", explica Dominique Brard, arquitecto responsable de la renovación.

"La puerta del infierno", "El beso", "Balzac", "El hombre que camina"... La génesis de esas obras se descubre a través de un recorrido dividido en dos plantas.

Una sala vuelve a estar decorada como en los tiempos en que Rodin vivió en el hotel Biron, a partir de 1908: un biombo tras el cual se desnudaban las modelos, una virgen medieval, bustos romanos sobre cajas de madera y la estatua de un enano japonés.

El museo, que está entre las 10 galerías más visitadas de Francia con 700.000 visitantes al año, le dedica ahora dos espacios a la técnica del escultor.

"Se trata de que el público sea más consciente de la importancia del yeso en su obra", asegura Chevillot. Rodin juntaba a menudo distintas partes del cuerpo tras haberlas esculpido, agrandaba sus obras a partir de múltiples maquetas preparatorias.

Para realizar su estatua de "Balzac", realizó varios centenares de maquetas, incluida una escultura de yeso casi a tamaño real de la bata del célebre escritor.

Este eterno insatisfecho multiplicaba los ensayos, 34 para el busto del dirigente francés Georges Clemenceau. "No conseguía hacerlo y su modelo encontraba que le hacía una cabeza de viejo chino", cuenta Clémence Goldberger, responsable de comunicación del museo.

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