Sagi lleva a París su "Barbero de Sevilla" del Real

  • París.- El director de escena español Emilio Sagi vuelve este sábado al Teatro del Châtelet para estrenar "Il Barbiere di Siviglia", obra de Gioachino Rossini con la que triunfó en el Teatro Real de Madrid, en 2005, y con la que querría ahora "hacer gozar" al público de París, según comentó en una entrevista a Efe.

Sagi lleva a París su "Barbero de Sevilla" del Real
Sagi lleva a París su "Barbero de Sevilla" del Real

París.- El director de escena español Emilio Sagi vuelve este sábado al Teatro del Châtelet para estrenar "Il Barbiere di Siviglia", obra de Gioachino Rossini con la que triunfó en el Teatro Real de Madrid, en 2005, y con la que querría ahora "hacer gozar" al público de París, según comentó en una entrevista a Efe.

Como en la capital española, "El Barbero de Sevilla" de Sagi lucirá en la francesa los decorados de Llorenç Corbella, el vestuario de Renata Schussheim y la coreografía de Nuria Castejón.

"Todo vino directamente de Madrid, el Châtelet alquiló la obra al Real" y piensa continuar con este tipo de colaboraciones en el futuro, explicaron a Efe fuentes del teatro.

La función "es casi igual y espero que le guste a la gente, lo que más quiero es que sea muy gozosa", comentó Sagi (Oviedo, 1948), que dirigió el Real de 2001 a 2005 y que se despidió de él con este "Barbero de Sevilla", protagonizado por María Bayo y Juan Diego Flórez.

Los cantantes son ahora completamente distintos y se trata "de trabajar un poco a su manera, para que estén cómodos en el papel y puedan dar el personaje como yo quiero, pero cerca de su forma de concebir todo el resto, la vida...", explicó.

Cuando cambian los intérpretes "automáticamente cambia la obra un poco", pues cada uno tiene su estilo, su forma y cada cual hace ver el personaje de manera diferente, "pero tampoco hay tantos cambios. Es una cosa muy sutil" y la función es casi igual, recalcó.

En el Real hay una plataforma que permitió que el decorado subiese para arriba en un momento dado, y en París ese mecanismo no existe, "pero eso no hace a las dos funciones completamente distintas", señaló.

Todo parece indicar que el director del Teatro Arriaga de Bilbao logrará hacer que el público disfrute con suma facilidad y que las cinco representaciones previstas hasta el próximo 30 de enero sean un rotundo éxito.

Lo corroboran los abundantes aplausos repartidos este martes en el ensayo general a los artistas y al montaje creado por Sagi sobre el libreto de Pierre-Augustin de Beaumarchais (1732-1799).

También los sucesivos triunfos cosechados ya en este mismo teatro por el director español.

En esta ocasión, le ayuda en la tarea Rossini (1792-1868), compositor cuya filosofía, cuya forma "tan epicúrea de concebir la existencia, no dándole gravedad a las cosas graves de la vida", interesan a Sagi muy especialmente, según resaltó.

El ex director del Real conoce bien París y su público, por ser un invitado habitual del Châtelet donde ha hecho "de todo", desde una ópera wagneriana, "Las hadas" (Die Feen); a una comedia musical, "Sonrisas y Lágrimas" (The Sound of Music); una opereta, "El Chanteur de Mexico"; y por supuesto una zarzuela, "La Generala".

De Rossini subrayó que era un hombre "lleno de energía positiva" y eso es lo querría ofrecer en "El barbero de Sevilla", una pieza "que además incluye el gozo de la calle de Sevilla", donde transcurre parte de la acción, al principio siempre teñida de blanco, gris y negro.

Colores en armonía con el encierro de que es víctima Rosina (interpretada por la soprano Anna Stéphany) por parte de su tutor, el doctor Bartolo (a cargo del bajo Tiziano Bracci).

La paleta sólo se anima en la segunda parte, cuando prospera contra todo pronóstico el amor de la joven protagonista y del Conde de Almaviva (el tenor Bogdan Mihai), con la decidida ayuda de Figaro (el barítono Bruno Taddia), pese a los intentos del viejo Bartolo de casarse a toda costa con su joven y rica pupila.

Del reparto parisino Sagi subrayó su excelencia, empezando por la "grandísima cantante" que es Anna Stéphany, cuya Rosina "es de una calidad maravillosa" y a la que augura "una gran carrera".

De hecho todos son excelentes, "también el tenor, el barítono y los bajos, que son estupendos", comentó.

Sin contar con el placer de trabajar con el maestro Jean-Christophe Spinosi, "un gran director, y simpatiquísimo", resaltó Sagi, quien dijo haber hablado con él la posibilidad de montar una obra juntos.

Es un director al que "le gusta que la puesta en escena sea muy atrevida y que pasen muchas cosas", le gusta ver un espectáculo que se mueve, que tiene mucha energía "y me encantaría hacer algo con él porque su orquesta es una maravilla", apuntó.

Está integrada por músicos-actores "y hasta se podría hacer un espectáculo con ellos en el escenario y un trabajo dramatúrgico con la orquesta también", añadió.

Entre sus múltiples proyectos ya en curso el director habló con Efe de sus preparativos para el estreno, en septiembre, de "La viuda alegre", opereta con cuya música creció y con la que saldrá de gira "por miles de teatros" de diferentes países.

De su reciente Gala de Nochevieja en el Real, orquestada en un tiempo récord, el director del Arriaga resumió la experiencia como "muy estresante", y al mismo tiempo y ante todo "muy positiva", por estar "siempre encantado de hacer algo con el Real", y "trabajar allí ahora que lo dirige Gérard Mortier".

En 2012 le esperan de nuevo el Real y Mortier para dirigir una coproducción con Salzsburgo, que estrenará el próximo 10 de junio en el famoso festival austríaco.

Será la ópera de Giuseppe Saverio Mercadante "I due Figaro", dirigida por Riccardo Muti, con quien nunca antes había trabajado.

María Luisa Gaspar

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