Sargento García sitúa a Bogotá en el centro del mundo con "Una y otra vez"

Madrid.- Pese a utilizar el nombre artístico de "Sargento García", este músico hispanofrancés comparte poco con la idiosincrasia militar. En su sexto disco, "Una y otra vez", predica la importancia de la derrota, reivindica la libertad sin fronteras para el hombre y sitúa a Bogotá en el centro de su universo musical.

"Yo voy donde me lleve el viento", dice en una entrevista con Efe este creador interesado en los ritmos afrocaribeños, hijo de padre vasco y madre francesa, quien tras sus incursiones en las músicas de México, Jamaica y Cuba, emprende esta vez un productivo "viaje musical" a Colombia.

Sobre las razones de articular en torno a ese país su sexto álbum, que se publica el 21 de marzo en Europa y el 17 de mayo en América, explica que "Bogotá es ahora uno de los lugares claves en el mundo, como lo puedan ser Berlín o París en otros ámbitos, y están saliendo muchos proyectos de allá".

En su opinión, el "ser humano es nómada por naturaleza" y con él viajan también los instrumentos. Por ello, en su nuevo trabajo introduce piezas como el clarinete o el acordeón, "inmigrantes europeos" asumidos y repensados por la tradición colombiana, que dotan de sentido a su idea de un mundo pleno de fusión.

García define su álbum como un viaje en sí mismo, con estilos nuevos para él como el bolero, además de rumba cubana, funkys o reagges. Temáticamente, reivindica un mundo sin fronteras, pero también habla "de espiritualidad, de amor, de fiesta y de rumba".

Su título, "Una y otra vez", hace referencia a la importancia del fracaso. "Hay que conocer la derrota y sacar conclusiones. Y volverte a levantar y caerte otra vez; eso lo aprendí practicando judo", bromea.

A primera vista, poco queda en él del estilo punk de sus inicios junto a la banda Ludwig von 88, pero Sargento García defiende que aún lleva algo de eso dentro.

"La rebeldía y las ganas de luchar me vienen de aquellos años. Este disco fue difícil de hacer. Son 27 músicos grabando en 4 países diferentes. La gente me decía que si estoy loco, pudiéndolo hacer con máquinas", dice.

Su faceta combativa se advierte también en temas como "El baile del diablo", en el que denuncia las maquinaciones de los líderes mundiales.

"Zapatero y Sarkozy son partes de la misma moneda. Uno es de izquierdas y otro de derechas, pero ninguno es revolucionario, no ponen en duda nada del sistema", opina este músico que califica de "cortinas de humo" las democracias occidentales y que lamenta la falta de poder real en manos de los individuos.

"El problema es que a la gente no le gusta tomar decisiones, no sabe, y dejamos que otros lo hagan en nuestro lugar. ¿Cómo puedes darle tu voto a un tipo como Berlusconi, un tipo medio mafioso?", insiste.

En todo caso, este residente en Valencia admite "una pequeña diferencia" entre España y el país galo: "Creo que Francia está peor ahora que hace unos años".

"Pienso claramente que Europa se está volviendo más egoísta, individualista y mezquino. ¿Por qué pasa eso cuando el hombre tiene más condiciones? Cuando la gente es muy pobre o vive muy humildemente, a menudo ves que son más generosos", protesta.

Para García, Europa -que cada vez es "más vieja"- cometió un "error histórico" al cerrar al exterior el espacio Schengen e impedir que Asia, África o América "se convirtieran en fuentes de nuevas ideas".

Bilingüe que no entiende de barreras, publica su disco en 27 países e iniciará una larga gira internacional, que recalará por primera vez en países como Argentina, Chile, Colombia o Brasil a partir de agosto. En España, podrá disfrutarse de su música el 29 de abril, durante la jornada inaugural del Festival Viña-rock.

Javier Herrero