Saura dice que Farruquito, José Mercé o Paco De Lucía son "nuestros pavarottis"

Madrid.- El director de cine Carlos Saura estrena este viernes "Flamenco, flamenco", un musical más allá del documental, o del reportaje, con el que el realizador quiere reivindicar la importancia del flamenco: "artistas como Farruquito, Paco de Lucía o José Mercé son nuestros pavarottis"

"Es lo mejor que tenemos. No hay nada como el flamenco", ha dicho Saura hoy en Madrid.

"En España todavía hay mucha reticencia y no se por qué, porque el flamenco es lo mejor que tenemos musicalmente; artistas como Farruquito, Manolo Sanlúcar, Paco de Lucía o José Mercé son nuestros 'pavarottis', los grandes solistas de violín y de violonchelo del mundo, son únicos", enfatiza.

Acompañado de Juan Manuel Fernández Montoya, "Farruquito", uno de los artistas que aparecen en la cinta, el director aragonés no ha perdido un segundo para reivindicar la denominación de Patrimonio Intangible de la Humanidad para el Flamenco, que se decide estos días: "no lo entiendo, me parece absurdo (que aún no lo sea)".

"El fado y el tango ya lo son; algo se ha debido hacer mal o regular -comenta-, pero ya es hora de que lo sea".

"Aunque el flamenco está por encima de eso", apunta, coreado por Farruquito: "a veces cuando la gente piensa que una cultura tan maravillosa y una música tan rica depende de eso para subir un escalón, pienso que se equivoca, porque la música va a seguir siendo música y el flamenco, flamenco".

El musical es continuación del primer "Flamenco" (1994) de Saura y recupera a algunos de los artistas de aquella, si bien suma jóvenes talentos para mostrar todos los palos: de la bulería, el martinete, el fandango o el tango a la seguiriya, la soleá y hasta la saeta, porque "el flamenco está en el pasado y en el presente y tiene proyección de futuro".

"Es capaz de adaptarse, de recuperar otros ritmos, renovarse y adentrarse en caminos absolutamente insólitos", explica el director de "Los golfos" (1959), "Bodas de sangre" (1981) o "¡Ay, Carmela!" (1990), entre otras.

En "Flamenco, flamenco" llama la atención la sencillez de los encuadres, las impecables manos rasgando las guitarras, los zapatos relucientes que acompañan al compás; el maquillaje, las batas de cola pegando los volantes a un suelo de espejo. La silueta de Israel Galván haciendo sombras tras los paneles chinos.

"Desde 'Sevillanas' (1992) siempre he trabajado en estudio porque era la manera de que los artistas estuvieran cómodos y de que yo pudiera verlos como me gustan a mi", señala Saura, antes de puntualizar que este no es "ni un reportaje, ni un documental sobre el arte o los artistas".

De hecho, no tiene guión, ni argumento, solo una sucesión de "cuadros" a los que da vida la música, el baile y la luz (responsabilidad, como en la primera, del oscarizado Vittorio Storaro).

Artistas consagrados como Sara Baras, Miguel Poveda, Paco de Lucía, Manolo Sanlúcar, Eva La Yerbabuena, Estrella Morente, Niña Pastori, Rocío Molina o Arcángel, y otros, aún en mantillas, como el hermano pequeño de Farruquito, "El caperta", de sólo trece años.

Y Saura resume que el flamenco está "tan vivo" que mañana podría rodar "Flamenco, flamenco, flamenco", pero revela un par de proyectos, uno sobre un grupo de gitanos que actúan en pequeñas ciudades de India, y otro, de ficción, sobre la academia de baile que vio los primeros pasos de los artistas más grandes del flamenco: "Amor de Dios", por el nombre de calle madrileña donde estaba.

La película, que se presentó fuera de concurso en el Festival de Cine Europeo de Sevilla, está desfilando por certámenes de todo el mundo; pronto se estrenará en Chile y, el mes que viene, llegará al Lincoln Center de Nueva York.