Se acabó lo que se daba para The White Stripes

La disolución del dúo The White Stripes es oficial desde el 2 de febrero, a pesar de que viene siendo oficioso desde hace cierto tiempo.

"No se debe a diferencias artísticas o a la falta de deseos por continuar, ni tan siquiera a asuntos de salud", han declarado Jack y Meg White en su página web oficial, método elegido para dar el comunicado de su ruptura.

Hay que buscar los motivos en el deseo de preservar "lo bello y especial" de esta banda, que había pasado a segundo plano en la carrera de su guitarrista y cantante, Jack White, dedicado a otros quehaceres y formatos bajo los nombres de The Raconteurs y The Dead Weather.

Durante algo más de trece años Jack y Meg han desarrollado un concepto muy básico de rock'n'roll, construido a partir de dos únicos instrumentos más la voz: la guitarra y la batería.

Tapizar el rock de rojo y blanco

Mientras Jack White, nombre artístico de John Anthony Gillis, trabajaba en su propia tapicería en Detroit, ideó el grupo y su uniforme estético; vestirían únicamente de rojo y blanco; trabajarían los patrones clásicos del garage rock para encontrar algo nuevo, salvaje y primitivo; recordarían al mundo entero que en Detroit, antes del hip-hop, lo que definió el ritmo de esta ciudad industrial era el punk de Iggy Pop y los Stooges con himnos como Raw power, fuerza cruda, un lema que les venía como anillo al dedo.

Los inolvidables videoclips de Michel Gondry para el grupo propulsarían la fama internacional y el éxito comercial, como el elaborado con piezas de lego para Fell in love with a girl; el onírico, deforme y lynchianoThe denial twist, o las baterías infinitas de The hardest button to button. Siguiendo las enseñanzas de Gondry, el caleidoscópico vídeo para la célebre Seven nation army fue dirigido por Alex and Martin y pervivirá como uno de los metrajes más icónicos del grupo. Asimismo, esta es probablemente su canción más popular debido a la absorción que de ella hizo el mundo del fútbol en los europeos de 2006 y 2008.

A partir de su sexto y penúltimo disco, Icky Thump, en el año 2007, el dúo comenzó a dar muestras de flaqueza con la cancelación de la gira y la negativa de Meg White a realizar conciertos en ultramar. Se negaba a viajar en avión y declaró sufrir episodios de ansiedad aguda.

En marzo del pasado año, el grupo compensaba su descenso de actividad con la edición de un cofre de lujo para envolver la edición de su película documental Under great white northern lights.

"The White Stripes ya no pertenece más a Meg y a Jack. Ahora te pertenece a ti y puedes hacer con ello lo que quieras", han comunicado en la fecha de su disolución. "La belleza del arte y de la música es que puede durar para siempre si la gente así lo desea".

El sello del grupo, Third Man Records, no perderá la oportunidad de explotar el filón White Stripes y ha anunciado que publicará material inédito de estudio y de directo.