Silveti cortó dos orejas y una Talavante en Aguascalientes

  • El diestro mexicano Diego Silveti cortó dos orejas en la quinta corrida de la Feria de San Marcos celebrada hoy en la plaza Monumental de Aguascalientes, centro de México, en la que los españoles Alejandro Talavante obtuvo un trofeo y José Antonio Morante de la Puebla escuchó aplausos.

Aguascalientes (México), 27 abr.- El diestro mexicano Diego Silveti cortó dos orejas en la quinta corrida de la Feria de San Marcos celebrada hoy en la plaza Monumental de Aguascalientes, centro de México, en la que los españoles Alejandro Talavante obtuvo un trofeo y José Antonio Morante de la Puebla escuchó aplausos.

Con casi lleno en la plaza, se lidiaron seis toros de San Miguel de Mimiahuapam, bien presentados y que destacaron cuarto y quinto, y al tercero le dieron la vuelta al ruedo en el arrastre.

Después del apartado, se revelaron en el patio de cuadrillas dos placas a las ganaderías, de la misma casa, Mimiahuapam y Begoña, por los excelentes encierros que se lidiaron en la feria del año pasado.

Morante de la Puebla fue recibido con mucha simpatía. Su primer toro sin malas ideas era un tanto flojo y el sevillano lo bregó para matarlo pronto. Silencio. Con el cuarto fue ovacionado con el capote, su trasteo ha tenido destellos de la calidad que atesora, pero sin romper del todo. Por pinchar varias veces saludó desde el tercio.

Talavante es un torero extremeño de mucho valor que siempre está dispuesto a lograr el triunfo. Con el segundo estuvo bien con el capote y con la muleta faena valiente aunque sin lograr el propósito. Mejor con el quinto, al que toreó con el capote con brillantez y le realizó una faena con el sello de la casa, en que hubo imaginación y variación con momentos de mucho interés. Mató de estocada a toro sin humillar, tardó el caer y se le concedió una oreja que paseó con aplausos.

El joven Silveti recibió al tercero en los medios con un farol de rodillas, verónicas y un gran quite por gaoneras. Con la muleta faena con mucho ánimo y deseos de agradar. Caló fuerte, pues toreó mejor después de ser cogido sin consecuencias con la mano izquierda. Estocada desprendida y el público entregado solicitó y le concedieron las dos orejas. Lástima que el sexto fue un toro apagado y sin fuerza. Estuvo voluntarioso y concluyó de tres intentos y descabello, silencio. Salió en hombros de la plaza.

Mostrar comentarios