Stella y Calatrava fusionan su pintura y arquitectura en una obra monumental

  • El pintor y escultor estadounidense Frank Stella y el arquitecto valenciano Santiago Calatrava han fusionado su arte en una obra monumental, en forma de toroide, en la que un mural de 30 metros de largo, pintado por ambos lados, se convierte en escultura y arquitectura.

Zaragoza, 22 may.- El pintor y escultor estadounidense Frank Stella y el arquitecto valenciano Santiago Calatrava han fusionado su arte en una obra monumental, en forma de toroide, en la que un mural de 30 metros de largo, pintado por ambos lados, se convierte en escultura y arquitectura.

Una instalación, titulada "The Michael Kohlhaas Curtain", que se puede ver desde hoy hasta el 15 de diciembre en el Instituto Aragonés de Arte y Cultura Contemporáneos (IAACC) Pablo Serrano de Zaragoza y que supone la primera colaboración de Stella, considerado el gran maestro del arte abstracto, con Calatrava, ha indicado la comisaria de la exposición, Cristina Carrillo de Albornoz.

En la misma se fusionan la obra más grande del artista estadounidense, un mural de lona de 30 metros de largo y seis de alto, y de una tonelada de peso, con una estructura en forma de escultura de acero del arquitecto valenciano, diseñada con forma de toroide, que hace que la obra "no tenga ni principio ni fin", ha explicado a los medios de comunicación antes de la inauguración.

La pieza, de gran impacto visual, estuvo el pasado año expuesta en la nueva galería nacional de Berlín, pero suspendida en el aire y toda cerrada.

Ahora, y debido a las dimensiones de la sala en la que se expone en el Pablo Serrano, se muestra ligeramente abierta por un lado para que el visitante pueda penetrar en ella, cuyo interior parece "una capilla que te envuelve", ha explicado.

El mural pintado por Stella durante seis años, con una "explosión de colorido", está basado en la novela "Michael Kohlhaas" del escritor alemán Heinrich von Kleist, una historia de la rebelión de un ganadero al que le roban los caballos y lucha por recuperarlos.

Una obra plana que, con la colaboración de Calatrava, se ha convertido en una escultura, y a la vez en una pieza arquitectónica que, aunque parece muy simple, tiene una complejidad enorme, ha señalado De Albornoz.

El resultado es "fantástico, impensable", una sola instalación, de una dimensión enorme, y en la que se ensalza el diálogo y la simbiosis que existe entre los dos artistas, que, según la comisaria, son "superindependientes" y es la primera vez que colaboran con alguien.

En este sentido se ha manifestado la directora del museo, Marisa Cancela, quien ha destacado la "armonía total y sintonía muy clara" del pintor y escultor estadounidense y el arquitecto valenciano es esta instalación "muy peculiar y contundente".

Para su ubicación se han necesitado dos semanas y el trabajo de treinta personas, ha dicho el director general de Patrimonio Cultural del Gobierno de Aragón, Javier Callizo, quien no ha querido revelar el coste de la operación.

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