Szifrón propone una divertida explosión de indignación, que cala en Cannes

  • Alicia García de Francisco.

Alicia García de Francisco.

Cannes (Francia), 17 may.- Argentina revolucionó hoy el Festival de Cannes y lo hizo con risas. Las de la divertida comedia negra "Relatos salvajes" y las de su director, Damián Szifrón, y sus protagonistas, Ricardo Darín o Leonardo Sbaraglia, en la presentación del filme, que se convirtió en todo un espectáculo.

Un verborreico y feliz Szifrón se mostró hoy encantado con la buena acogida del filme en Cannes, donde compite en la sección oficial por la Palma de Oro, con su conjunto de historias que constituyen "una mirada sobre las sensaciones que nos produce la realidad".

Un ingeniero harto de que la grúa se le lleve el coche; una novia que se entera de la infidelidad de su novio el día de la boda; un hombre que tiene un encuentro desafortunado en la carretera; una camarera que se encuentra con el hombre que arruinó la vida a su familia; los pasajeros de un avión que no saben que tienen algo en común y la falsa coartada de un accidente de coche, componen este fresco.

Y lo que tienen en común estas historias es que sus protagonistas, en esas situaciones límites, estallan exagerada y violentamente.

"Todos y cada uno de nosotros nos hemos visto en una situación que te empuja a conocer, quieras o no, tus propios límites", reconoció Darín, que interpreta a un ingeniero experto en explosivos.

Situaciones que se producen en un contexto real, el de la crispación social que existe en estos momentos. "Si los políticos hicieran bien su trabajo, haría otras películas", reconoció Szifrón, que aseguró ser una persona "medianamente normal" porque es un director de cine y puede escribir sobre las cosas que le molestan y le generan tensión.

Pero matizó que la riqueza o la falta de ella no es el único problema. "El fondo de la cuestión es que toda persona viva de lo que realmente ama", afirmó el realizador, que considera que la gente es víctima del sistema.

Un director que no paró de bromear en toda la rueda de prensa, ante las risas incontrolables de algunos de los miembros del equipo -como Darín-, pero que fue más controlador durante un rodaje en el que dejaba poco margen a la improvisación.

"Damián es un director muy preciso y crea cada palabra", pero también "es abierto a las inflexiones que puedan producirse con la improvisación", explicó con un poco de ironía Sbaraglia, el único que tiene en la película una frase que no estaba escrita en el guión.

Es lo que pasa, agregó, con los "grandes directores, que tú tienes que ir detrás de ellos" y en este caso Szifrón tenía muy claro qué quería provocar en el espectador en cada momento.

"Relatos salvajes" está producida por la argentina Kramer & Sigman Films y la española El Deseo -de los hermanos Almodóvar-, algo que destacó Szifrón, que se siente muy identificado con el trabajo de Pedro Almodóvar, por su mezcla de géneros y reflexiones más personales y cotidianas.

De ahí que hasta considere que "Personas al borde de un ataque de nervios" sería un título adecuado para su película, puesto que de las entre 12 y 14 historias que tenía escritas, se escogieron las más salvajes y en la que los protagonistas más se desmadran.

Pero finalmente el título fue "Relatos Salvajes", que responde muy bien a la indignación que sufren los personajes y que es compartida por el director.

"Si hubiera nacido pobre hoy estaría preso", reconoció Szifrón, que entre risas confesó que siempre tuvo problemas con la autoridad, incluso en el colegio, lo que le lleva a escribir cada vez que algo le indigna.

Una película que refleja una realidad universal y no solo la de Argentina, según señaló Hugo Sigman, productor argentino, para quien se trata de gente que se enfrenta al abuso de autoridad, a las desigualdades constantes y que llega un punto en el que no puede más y estalla.

"Pintar esa realidad, a los políticos les fastidia, pero no es un problema argentino, es universal", dijo Stigman tras afirmar que la presidenta de su país, Cristina Fernández, "ama el cine".

Por su parte, Agustín Almodóvar explicó que presentaron la película para participar en Cannes hace mucho tiempo y que tuvieron una "respuesta muy favorable" por parte de varias secciones del festival, pero que finalmente la organización decidió incluirla en la competición por la Palma de Oro.

"Es una bendición, ayuda mucho a la distribución de la película y a cruzar fronteras".

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