The Coral echa a volar su imaginación en "Butterfly house"

  • Madrid.- Metáforas, dobles sentidos y fantasías habían ocupado siempre un lugar destacado en las letras de The Coral, quinteto inglés que redobla esa apuesta simbólica e imaginaria en su nuevo trabajo discográfico, "Butterfly house".

The Coral echa a volar su imaginación en "Butterfly house"
The Coral echa a volar su imaginación en "Butterfly house"

Madrid.- Metáforas, dobles sentidos y fantasías habían ocupado siempre un lugar destacado en las letras de The Coral, quinteto inglés que redobla esa apuesta simbólica e imaginaria en su nuevo trabajo discográfico, "Butterfly house".

"La casa de la mariposa representa ese lugar en el que puedes coger todas las ideas y darles tu propio significado. Es un concepto que guarda mucha relación con lo que ocurre en nuestro inconsciente", explica el cantante y guitarrista James Skelly en una entrevista con Efe.

La razón última de las canciones no preocupa demasiado al artista, ya que "la música no consiste en entender, sino en sentir". "¿Qué intentaba expresar Little Richard cuando cantaba 'A-wop-bop-a-loo-bop-a-lop-bam-boom' en 'Tutti frutti'? Nosotros somos así, nos gustan las interpretaciones abiertas", defiende.

Más allá de la habitual complejidad lírica, el quinto álbum de The Coral sí presenta variaciones en la estructura de las melodías. "En otros discos nos dejábamos llevar por muchos colores distintos, pero en éste hemos sido más sutiles con las pequeñas atmósferas", detalla Skelly.

El grupo de Liverpool siempre gozó del favor de la crítica, pero sus cuatro discos anteriores no habían acaparado la atención del público de masas. "Butterfly house" bien podría definirse como un intento de acercar su sonido a estructuras más accesibles mediante "juegos de luces y sombras".

"Los temas son muy profundos; las letras quieren decir muchas más cosas de las que se entienden a primera oída, pero las melodías tienen un componente alegre. En una aleación sencilla, de letras pop con una música optimista", señala el vocalista.

Rock, country, folk y psicodelia sesentera vuelven a darse cita en el último trabajo de The Coral, pero la amalgama cuenta ahora con un barniz más contemporáneo, alejándose del purismo que rezumaban discos como "Magic and medicine" o "Roots & echoes".

"Muchos grupos actuales sólo trabajan con un ordenador, sin poner una sola emoción real en la música que componen, y parece que si pones sentimiento en una canción tienes un sonido retro, pero para mí no es más que simple humanidad", asevera Skelly.

"More than a lover", "Walking in the winter", "Two faces", "1000 years" o "North parade" son algunas de las piezas reunidas en "Butterfly house" (Deltasonic/Nuevos Medios), el primer disco de The Coral tras la marcha del guitarrista Bill Ryder-Jones.

"Era lo mejor para el grupo. No podíamos seguir trabajando de forma correcta en aquel ambiente tan viciado, y el sonido de este disco desprende un aire mucho más positivo. De hecho, creo que este es nuestro mejor álbum, por encima incluso del primero", confiesa Skelly.

Al cantante sólo le atormenta su amado Liverpool FC -"¡Rezo para que Fernando Torres no se vaya al Manchester City!"-, pero ahora deberá centrarse en los conciertos de una gira que pasará por Madrid -10 de noviembre- y Barcelona -11-.

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