"Tierra",una tragedia clásica en la que Vann analiza la rabia contra su madre

Carmen Naranjo.

Madrid, 5 mar.- El galardonado escritor estadounidense David Vann describe su última novela, "Tierra", como una tragedia clásica griega, en la que una madre y un hijo que se quieren acaban destruyéndose, un relato con el que ha querido analizar la causa de la "rabia" que él mismo siente contra su propia progenitora.

Tras el éxito de sus dos novelas anteriores ambientadas en Alaska, donde nació, David Vann se traslada a una ardiente y asfixiante granja de California, un "infierno seco" donde transcurre "Tierra" (Mondadori), obra que está también inspirada en la historia de su familia.

"En las dos ramas de mi familia ha habido cinco suicidios, un asesinato y otro tipo de locuras. Todo lo que ocurre en el libro es ficción pero las partes importantes reflejan una historia real, la de mi familia", explica el autor en una entrevista con Efe.

Así, la casa y el huerto donde transcurre su novela es cómo la que poseían sus abuelos maternos, un lugar "aterrador" para el escritor por las cosas que ocurrieron allí, un asesinato y el suicidio de su abuelo, un hombre que maltrataba físicamente a su mujer. También el padre de David Vann se suicidó años más tarde.

Una casa similar es el hogar del protagonista de "Tierra", el joven Galen, que vive con su madre en un ambiente familiar en plena descomposición y en el que la disputa por una sustanciosa herencia será la causante de tensiones domésticas mientras la sombra de la fatalidad planea sobre sus cabezas.

Junto a estos dos personajes, aparecen Helen, la tía de Galen, una mujer que no quiere olvidar su desgraciada infancia en la que cree que su hermana (la madre del protagonista) fue más favorecida y eso la llena de odio y rabia que descarga a su vez contra su hija Jennifer, una joven que utiliza sexualmente a Galen.

La abuela de Galen es el quinto personaje de la novela, una mujer que ha perdido la memoria y para la que Vann se inspiró en su propia abuela.

El autor explica que aunque el personaje de Galen no es él "exactamente", tiene partes de verdad y otras inventadas.

"En el libro trato de examinar algo que sigue siendo totalmente misterioso para mí: por qué me llevo tan mal con mi madre. De dónde procede esa rabia que ambos teníamos el uno por el otro", confiesa Vann que añade: "no sé si se debe al suicidio de mi padre, si fue eso lo que rompió nuestra relación o si se debió a la violencia de su padre, o a mi propia naturaleza como individuo".

Una rabia que "se descontrola y es tan horrible y tan aterrador que no veo a mi madre con frecuencia y tampoco hablo mucho con ella porque no quiero visitar el planeta de los locos", señala Vann que compara esta reacción con la del protagonista de la novela.

Galen -sostiene su creador- no tiene la culpa de las presiones familiares a las que se ve sometido ni tampoco de formar parte del Movimiento Nueva Era, "un mundo paranoico en el que todo lo que nos rodea está relacionado con nosotros como individuos".

Vann sí cree que la filosofía "es la que dice que es posible que no des un vaso de agua a tu madre cuando se está muriendo de sed. Y creo que es cierto que nuestro sistema de creencias nos puede autorizar a actuar siguiendo nuestros impulsos más violentos", suceso que ocurre en el libro.

Pero, sostiene, "la religión es incluso más peligrosa porque hace que te veas como una buena persona si mantienes un principio, aunque ese principio sea no darle un vaso de agua a tu madre cuando se muere de sed".

Para Vann, "Tierra" está cercana a una obra teatral ya que tiene unidad dramática: cinco personajes, diez días, dos ubicaciones, en una estructura en la que el paisaje "no puede ser neutro, tiene que tener un significado, porque habla del interior de los personajes y afecta al conflicto".

La próxima novela de David Vann, que posee ya más de diecisiete premios literarios, saldrá en septiembre en inglés y no estará inspirada en su familia, anuncia el autor que explica que sólo hay dos cosas que le preocupan en este sentido: escribir de forma espontánea y creer en lo escribe.