Todas las visiones del flamenco, en una exposición fotográfica en Madrid

  • Bailaores, cantaores y artesanos han acompañado al fotógrafo Chema Conesa por "Un patrimonio con duende", una exposición sobre lo que hay tras las caras visibles del flamenco en el 8º Festival Suma Flamenca, en Madrid.

Madrid, 3 jun.- Bailaores, cantaores y artesanos han acompañado al fotógrafo Chema Conesa por "Un patrimonio con duende", una exposición sobre lo que hay tras las caras visibles del flamenco en el 8º Festival Suma Flamenca, en Madrid.

Entre gritos de "¡qué guapa!" al gran panel de Estrella Morente, y los pasos de baile con los que La Moneta ha acompañado a la voz de Pitingo, Ana Isabel Mariño y Carmen González Fernández, Viceconsejera y Consejera de Empleo, Turismo y Cultura de la Comunidad de Madrid, respectivamente, han inaugurado una exposición que, "como el festival, abarca todos los palos del mundo flamenco".

"Ha sido muy fácil fotografiarlos porque todos ellos son artistas en mayúsculas", ha comentado Conesa, autor de "Un patrimonio con duende" tras explicar cada una de las obras de la exposición.

Poco sabía de este mundo antes de empezar con los flashes: "De hecho, hay una anécdota curiosa. Yo coloqué los paneles negros para las fotos en Los Teatros del Canal, y había una sala con un espejo roto. Cuando lo vio mi equipo me dijeron '¡Pero tu estás loco! ¡Un flamenco nunca se dejaría fotografiar con un espejo roto!".

Antonio Carmona, Carmen Cortés, Blanca del Rey o Aída Gómez, han querido ver sus retratos, que ahora decoran la acera de los Cines Paz, pero tras estos talentos hay otros mucho menos visibles: "los guitarreros, el zapatero, los técnicos de sonido... Esto es una cadena de artistas", ha comentado Pitingo.

Así, una de las protagonistas de la presentación ha sido Lucía Filigrana, que ha mostrado que en su bolso solo hay sitio para las castañuelas, y ha intentado enseñar a Ana Isabel Mariño y Carmen González Fernández, como se tocan.

De su bolso salían unas de las castañuelas más codiciadas del mundo: hechas a mano, fibra de vidrio, 600 euros y dos años de lista de espera. Desde su pequeño taller de Sevilla la familia Filigrana lleva sirviendo a los artistas flamencos durante tres generaciones.

"Fabricamos unos 20.000 pares al año, y cada una suena completamente distinta. Es igual que un violín, o una guitarra, no hay dos castañuelas que suenen igual", ha concluido la artesana.

Blanca del Rey cree que estos retratos "son como el propio baile, el misterio de la foto te embauca" y piensa que este homenaje es "un suspirito de reconocimiento" que le llena, dice, de emoción.

Hasta el 30 de junio la Comunidad de Madrid seguirá, poco a poco, empapándose de esta tradición en el Festival Suma Flamenca, que promete sacar a los artistas de las fotos de Chema Conesa y subirlos al escenario.

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