Tokio, hora punta

  • Rostros aplastados contra el cristal, manos que buscan la salida, vapor, sudor. Si alguna vez os habéis preguntado cómo tiene que ser vivir en Tokio, aquí tenéis decenas retratos de la metrópolis japonesa en su mejor momento: la hora punta.
Tokio
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lainformacion.com
Alessia Cisternino
Alessia Cisternino

Doce millones de habitantes que se mueven casi todos a la misma hora. La hora punta en Tokio no es una hora cualquiera, es el Big Bang. Tienes que armarte de paciencia, de un Ipod de última generación – leer, aunque sea de pie, sería imposible – pero sobre todo de mucho, mucho aire en los pulmones.

Si alguna vez os habéis preguntado cómo tiene que ser vivir en una de las metrópolis más abarrotadas del mundo, el libro Tokyo Compression, publicado por la editorial alemana Peperoni Book, recoge las instantáneas del fotógrafo Michael Wolf que hace dos años decidió meterse en el metro de la capital japonesa en hora punta, con una cámara fotográfica Canon en la mano, durante 6 semanas de lunes a viernes, con la idea de ofrecer un retrato fiel de la condición del género humano en las metrópolis. Nada más, nada menos.

"La idea de este proyecto se me ocurrió en 1996, cuando estuve en Tokio por otros motivos" explica Michael Wolf, 57 años, fotógrafo nacido en Munich y viajero incansable. "Me di cuenta de que esa situación tenía un gran potencial y guardé la idea para un segundo momento. Hace dos años decidí volver a visitar la estación de trenes y hacer una serie de "retratos comprimidos". La hora punta es el mejor momento porque los trenes están a tope. Realmente es un momento de "compresión".

70 magníficos retratos "ultracomprimidos" – elegidos entre 400 disparos – de rostros aplastados contra el cristal del tren, mechas que se dibujan en una frente sudada, manos que rascan la superficie de la puerta automática, bocas tapadas por una mascarilla. Muchas gotas, mucho vapor, mucho calor. Como sardinas en un bote. Hacer estas fotos no tiene que haber sido un paseo. "A la gente le molestaba mucho mi cámara. ¡Me odiaban!" confiesa Michael.

Al mirar esas instantáneas sin oxigeno el observador no puede no dividirse entre curiosidad y asombro. "El que mira estas fotos debería pensar en lo que significa vivir en una megaciudad con un nivel de vida muy alto. ¡La vida es un infierno!" afirma Michael Wolf, que ya en 2003 se adentró con su cámara en la vida de otra metrópoli asiática: Hong Kong. Las imágenes, recogidas en el libro Hong Kong Inside Outside, retraen objetos abstractos que sólo en un segundo momento revelan su verdadera función: viviendas para los seres humanos.

Corazón de la economía mundial, capital tecnológica del planeta, matriz de todas las tendencias más rompedoras de los últimos años en el campo de la moda, de la literatura y de la gastronomía, Tokio es un volcán siempre activo que no se puede permitir parar ni un solo segundo. Menos quizás en un tren abarrotado, donde, aunque no haya aire, todo el mundo cierra los ojos buscando quizás una isla desierta.

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