Trevor Jones, el compositor audiovisual de las emociones

  • Lara Olmo.

Lara Olmo.

Madrid, 14 dic.- El cine de los últimos treinta años no sería el mismo sin sus partituras. El sudafricano Trevor Jones, compositor entre otras de la inconfundible melodía de "El último mohicano", está en España para participar en un taller audiovisual y compartir el secreto de su música: pura emoción.

"A veces la música le aporta algo a las películas que éstas no pueden mostrar, y lo que retransmite puede ser incluso más fuerte. La música es una línea emocional directa que va del compositor al corazón del espectador", ha explicado hoy Jones en una entrevista con Efe en Madrid.

Desde que compusiera su primera partitura para una película de peso, "Excalibur", hace 31 años, ha conmocionado a millones de espectadores a través de la música de películas como "En el nombre del padre", "Nothing Hill" o "La liga de los hombres extraordinarios".

"Un mismo sentimiento puede tener muchos niveles, y hay que saber captar el adecuado en casa caso", explica.

Historias medievales, trhillers políticos o historias de amor, el método del músico sudafricano siempre es el mismo: "Conseguir toda la información posible del tema que trata la película, para captar el sentimiento y la emoción de la trama".

"Yo no cuento la historia, ayudo al director a hacerlo, tengo que ser honesto con su visión y mostrar lo que él quiere. Y que la audiencia comprenda mejor la historia a través de la música, al fin y al cabo ellos son lo más importante en esta industria", matiza.

Trabajar a las órdenes de otros podría parecer un límite a la creatividad, razón por la que a algunos compositores no les atrae demasiado esta faceta audiovisual.

Jones se defiende en este sentido: "Wagner hacía música para la Inglesia y Beethoven para los grandes teatros, pero yo soy un compositor del siglo XXI y trabajo para la industria audiovisual". Una forma de componer que se rige por otras directrices y que puede resultar incluso "más sofisticada".

"Es imposible saber por qué una banda sonora es más popular que otra, a veces es por la película y otras por la melodía... Lo que es cierto es que si le gusta al espectador permanece siempre en su memoria, y también recuerda la película", añade el autor de una de las músicas más legendarias del cine, la de "El último mohicano".

A pesar de su vasta experiencia, afirma que nunca deja de aprender de este oficio por el que siente verdadera devoción.

Entre las "muchas" películas para las que le hubiera gustado firmar la música, "Lo que el viento se llevó" se lleva la palma. "Su banda sonora es espectacular, lo mejor de la película", asegura.

El sudafricano, de ascendencia canaria, está en España para participar en el décimo taller de sonido y música para cine que organiza la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE), y que finaliza mañana.

Un marco en el que profesores y estudiantes de composición audiovisual e imagen podrán disfrutar de la experiencia y los consejos del compositor.

"Hubiera sido fantástico poder conocer compositores cuando era joven. No conozco ninguna otra fundación en el mundo que trabaje con los estudiantes y les una a esta profesión", añade.

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