Triunfo grande de Ventura, con cuatro orejas, y de Leonardo, con tres

  • Los rejoneador Diego Ventura y Leonardo Hernández pusieron el broche final a la Feria Colombina de Huelva con sendos y rotundos triunfos de cuatro y tres orejas, respectivamente.

Juan Miguel Núñez

Huelva, 7 ago.- Los rejoneador Diego Ventura y Leonardo Hernández pusieron el broche final a la Feria Colombina de Huelva con sendos y rotundos triunfos de cuatro y tres orejas, respectivamente.

FICHA DEL FESTEJO.- Toros de Fermín Bohórquez, grandes -la corrida de más peso en la feria-, mansones y poco colaboradores.

Pablo Hermoso de Mendoza: dos pinchazos, rejón trasero y dos descabellos (ovación); y metisaca y rejón (ovación tras petición insuficiente).

Diego Ventura: rejón fulminante (dos orejas); y rejón en tres tiempos (dos orejas).

Leonardo Hernández: rejón (oreja); y rejón sin quebrar (dos orejas).

La plaza se llenó en tarde espléndida.

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VENTURA Y LEONARDO: GUERRA SIN CUARTEL

La plaza donde posiblemente tiene más aceptación el rejoneo es "La Merced" de Huelva. La gente de la sierra, de la mar y de la campiña, las tres zonas que vertebran esta hermosa provincia, entienden de caballos como en ningún otro sitio, y la corrida de rejones suele tener preferencia en el abono.

El cartel de hoy reunía los tres nombres mejor posicionados actualmente en el escalafón. Más que competencia entre ellos se antojaba que podía ser una guerra sin cuartel.

Al final ganó la espectacularidad de Ventura, que para llegar al triunfo de las cuatro orejas se apoyó también en un estilo depurado sobre la base del temple y las buenas formas.

Manejando con equilibrio los dos conceptos, del clasicismo y "lo otro", el joven Leonardo Hernández no quiso quedarse a la zaga, peleando un importante triunfo de tres apéndices.

El gran derrotado, Hermoso de Mendoza, anduvo frenado por la prudencia, y sobre todo por el fallo en la suerte suprema.

La primera faena de Ventura, muy medida en el castigo dado que el toro amagó con "rajarse" en el primer rejón, tuvo el mérito de la entrega. Prácticamente lo hicieron todo el rejoneador y sus caballos, ajustándose mucho en las reuniones y pasando con suma limpieza.

El quinto, aún mansito y un punto a la defensiva, sin embargo, cuando tiró para adelante tuvo espectacularidad, circunstancia que Ventura aprovechó plantándole cara de frente, llegándole mucho.

La heterodoxia fue total cuando el caballo "Morante" se dedicó a morder los pitones del toro en un vistoso toma y daca. Aunque Ventura no llegaría a aparcar totalmente la pureza, atacando muy en corto con las rosas y en un par a dos manos que iba a ser definitivo para, tras el rejón, cortar el doble trofeo.

El primer toro de Leonardo, muy parado, llegó a tropezarle en las cabalgaduras, y eso que tomó la prudencia de clavar en ocasiones algo despegado. Los arreones del manso los aprovechó el joven jinete para unos emotivos galopes que en definitiva fueron lo que ambientaron la faena. Mató a la primera, y eso que hizo que cortara una oreja.

Y ya en el sexto practicó un rejoneo con mucha expresión, con cites de plaza a plaza, otros muy en corto y los "violines". Aquí, tras la muerte rápida del toro, dos orejas.

Hermoso no tuvo su tarde, por lo poco que se prestó su lote y por sus mismos fallos. Lo más notable en su primero, montando a "Ícaro", caballo valiente y muy seguro, pisando terrenos muy comprometidos.

En el cuarto la faena tuvo todavía más altibajos. En uno y otro, ya está dicho, falló también al matar.

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