Txomin Badiola: "Se está destruyendo la posibilidad de que la cultura se mueva dentro del mercado"

El sector del arte, como hace justo una semana hiciera el del cine y la música, se ha echado la manta a la cabeza y ha decido salir a protestar en rechazo al aumento del IVA del 8 al 21% y a la reducción del presupuesto a las instituciones culturales. El escenario en este caso: frente al Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía.

Algunos representantes del mundo del arte se han ido manifestando a lo largo de días pasados, como hacía Javier Mariscal, y muchos otros se han ido sumando este martes.

El escultor vasco Txomin Badiola (Bilbao, 1957) ha querido mostrar su rechado para lainformacion.com. Algo parecido deben sentir Juan Uslé, Alberto García-Alix, Luis Gordillo o Juan Asensio. Todos ellos, artistas reconocidos e indignados que han participado en la concentración frente al museo.

Para Badiola "se tratra de reaccionar ante una situación que ya empieza a ser absolutamente terminal para la cultura".

"Puede parecer quizás que las demandas del ámbito cultural supongan una especie de agravio comparativo cuando se comparan con las situaciones de los parados, los pensionistas, los enfermos, los excluidos... Pero cuando no hay ningún tipo de objetivo ni ningún tipo de visión de futuro de porqué se están tomando estas medidas y hacia dónde nos llevan y entonces creo que también responde a un ejercicio de confrontación entre las diferentes capas de la sociedad", afirma el escultor.

Después de la reducción de los presupuestos a las institucions culturales, "ahora mismo hemos dado un paso más allá porque si no hay una política de subvenciones, el arte y la cultura tiene que subsistir dentro del mercado, y cuando el mercado se grava con unos impuestos excesivos, entonces se está destruyendo la posibilidad de que la cultura se mueva dentro del mercado", subraya Badiola. La pescadilla que se muerde la cola.

De hecho, hasta el momento la reivindicación histórica del mundo del arte ha sido equiparar su IVA al superreducido que gravan los libros, del 4%, y para ellos ha sido una sorpresa que el Gobierno lo subiera el 21%.

"Me parece una salida catastrófica y suicida porque si desde el mundo del pensamiento se está vislumbrando que la única salida que le queda a Europa es convertirse en parques temáticos culturales porque el tejido productivo e industrial ya se ha pasado a otros países, estas medidas ponen en peligro el futuro del país, ya que se tiene que mover dentro de esa oferta de servicios culturales".

Además, según el escultor las diferencias del IVA cultural español con el de otros países como Francia en el que los artistas tributan al 5,5% o Alemania en el que lo hacen al 7% hace que muchos artistas se vean obligados a colaborar o a trabajar para galerías de otros países en vez de optar por las nacionales. Además, Badiola advierte que generará un aumento importante de la economía sumergida, ya que el público no estará dispuesto a pagar esos precios y buscará "la compra sin factura".