Un gran "Bandurria" de Alcurrucén y Luque a hombros en Bayona

Bayona (Francia), 5 ago.- Daniel Luque salió a hombros tras cortar dos orejas de un gran toro de Alcurrucén, "Bandurria", premiado con la vuelta al ruedo, en el festejo celebrado esta tarde en la plaza de toros de Bayona (Francia), en la que completaron cartel Juan José Padilla y Juan Bautista, ovacionados en sus lotes.

Dos tercios de entrada en tarde lluviosa, que retrasó el paseíllo cuarenta minutos para recomponer el ruedo.

Toros de Alcurrucén, correctamente presentados, nobles, manejables en conjunto y algo faltos de chispa. El tercero, de nombre 'Bandurria', fue un gran toro, muy justamente premiado con la vuelta al ruedo.

Juan José Padilla, saludo y saludo; Juan Bautista, saludo y saludo; y Daniel Luque, dos orejas y ovación.

Daniel Luque cortó las dos orejas del tercero, "Bandurria", que salió con muchos pies y tomó dos varas empujando con celo pero con la cara arriba. Le toreó bien con el capote e instrumentó después un buen comienzo de faena, cuando el toro desarrolló raza y casta.

Firmó tres tandas sobre el pitón derecho, notables por la ligazón, con el toro repitiendo por abajo y tomando la muleta con mucha codicia y nobleza.

Por el izquierdo, el acople no fue el mismo, pues el toro, igual de encastado y noble, exigía una colocación más cruzada que la que le dió el torero.

Bajó entonces el nivel de la faena, pero lo remontó con un final vistoso y poco ortodoxo, pasándose la muleta sin espada de una mano a otra en la espalda, dando entre cada cambio muletazos ligeros y algo embarullados.

El conjunto agradó sin embargo al público y, tras una estocada trasera y desprendida, cortó las dos orejas. El toro fue premiado con la vuelta al ruedo.

El sexto fue un buen toro y la faena de Luque tuvo algunos pasajes de buen toreo, aunque sin terminar de ser redonda. Fue ovacionado después de pinchar.

El primero de Padilla fue un toro entipado que cumplió sin más frente al caballo. El diestro lució por el izquierdo, el mejor del toro, y lo mejor de su faena de muleta fueron dos tandas al natural, por donde el toro tenía recorrido. Se apagó pronto y Padilla no anduvo acertado con los aceros.

El cuarto pareció prometer en el peto, pero luego blandeó y se paró en seguida. Padilla lo intentó con tesón, pero el toro no se movió. Tras estoquearlo, la gente le sacó a saludar una ovación como reconocimiento a su esfuerzo.

Juan Bautista sorteó en segundo lugar a un toro simplón de hechuras y comportamiento. Se dejó por el derecho sin romper nunca y Bautista le apretó para extraerle dos tandas sobre ese lado, que el astado tomó a regañadientes.

Por el izquierdo, el toro se metía y terminó rajándose. Tras pinchazo y estocada, ovación.

El quinto resultó un toro de Alcurrucén noble pero falto de fuelle. Bautista le empujó bien por el izquierdo, por donde toreó francamente bien. El trasteo le habría valido una oreja, pero falló con la espada y tuvo que conformarse con una ovación.