Un Kafka poco kafkiano llega a Madrid con "Kafka enamorado"

  • La vida de Franz Kafka no era tan kafkiana como su obra, aunque "Kafka enamorado" no sea precisamente una comedia romántica sino un tormento emocional y literario que, con texto de Luis Araújo y dirección de José Pascual, ocupará la sala pequeña del María Guerrero del 15 de marzo al 28 de abril.

Madrid, 13 mar.- La vida de Franz Kafka no era tan kafkiana como su obra, aunque "Kafka enamorado" no sea precisamente una comedia romántica sino un tormento emocional y literario que, con texto de Luis Araújo y dirección de José Pascual, ocupará la sala pequeña del María Guerrero del 15 de marzo al 28 de abril.

Nacida de la confluencia de la admiración de Araújo y Pascual por el escritor de "La metamorfosis" y detonada por "El otro proceso de Kafka", de Elias Canetti, esta obra retrata la relación del autor checo (interpretado por Jesús Noguero) con Felice Bauer (a quien da vida Beatriz Argüello) y se enmarca en el ciclo "De la novela al teatro".

"Su relación con Felice tuvo una influencia enorme en su manera de afrontar la vida", ha explicado hoy en Madrid Araújo, quien recuerda que Kafka, aunque ocultara en su interior rompedores vericuetos narrativos, "tenía todas las cartas para ser un triunfador social, su presencia imponía".

Espigado y atractivo, dandi y amante en secreto de las revistas de la moda femenina, todavía era en aquella época, cuando su estilo estaba a punto de eclosionar con "El proceso", un escritor apenas conocido en los círculos literarios praguenses.

"Felice no era consciente de que estaba activando la creatividad de Kafka. Él la vampirizó", ha asegurado Pascual, quien ha recurrido al archivo de cartas suyas que Bauer guardaba de esos siete meses en los que su relación fue meramente epistolar. "El drama empezó cuando ella dice que quiere conocerle", ha asegurado.

A pesar de la pasión que sintieron el uno por el otro casi de inmediato "ella no quería ser la mujer a la sombra del artista y él no quería entrar en el mundo convencional de un matrimonio y unos hijos. Lo veía como algo que se enemistaba con su arte", ha definido Beatriz Argüello, quien se desdobla en el escenario e interpreta también a Grete, amante de él y amiga de ella.

Pero lejos del retrato del artista ególatra y ensimismado, Jesús Noguero defiende a Kafka como un hombre víctima "no de una decisión consciente, sino de una imposibilidad real. Una gran contradicción entre dos impulsos tan poderosos como el de entregarse al otro y el impulso literario, que es el que le permite respirar", ha resumido.

Y así, el título de este montaje, "Kafka enamorado", ironiza "intencionadísimamente" con la aproximación que Hollywood hizo de otro literato en "Shakespeare in Love", y lejos de convertir en un divertimento romántico su periplo sentimental, apuesta por "la profundidad en un momento en el que la cultura baja la cabeza para ponerse al supuesto nivel del público".

Porque en esa correspondencia entre Felice y Franz (como prefieren llamar a los protagonistas, sin apellido) es donde se dibuja a un hombre que conecta "muchos años antes que Walter Benjamin con el sentir del hombre contemporáneo. Un peón manejado por una inmensa maquinaria, a la que no tiene acceso, de la que no puede defenderse", ha sentenciado Araújo.

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