Un libro reivindica las películas "malas pero divertidas"

  • Hay películas tan malas que pueden llegar a ser muy divertidas. Eso es lo que quiere demostrar un libro de reciente publicación titulado "Malas pero divertidas", en el que sus tres autores, los cortometrajistas Naxo Fiol, Aratz Juanes y Victor Olid, recopilan cien filmes "chungos e inconfesables".

Carlos Palencia

Madrid, 27 nov.- Hay películas tan malas que pueden llegar a ser muy divertidas. Eso es lo que quiere demostrar un libro de reciente publicación titulado "Malas pero divertidas", en el que sus tres autores, los cortometrajistas Naxo Fiol, Aratz Juanes y Victor Olid, recopilan cien filmes "chungos e inconfesables".

Con un estilo antiacadémico e irreverente pero no por ello descuidado, esta colección de reseñas presenta una serie de largometrajes que espantarían a los críticos cinematográficos más eruditos, pero que los responsables del libro reivindican por el entretenimiento que les reportan.

Así, se analizan desde filmes de Hollywood más o menos conocidos como "Invasión USA" (1985), de Chuck Norris, o "Mi amigo Mac" (1988), pasando por producciones de serie B como la saga "Deathstalker" (1983), de Roger Corman, o la versión italiana de "Tiburón 3" (1981), hasta llegar al más ignoto cine peruano de bajo presupuesto.

"Son películas atrevidas, que ofenden y que se saltan todas las reglas establecidas por los cánones de Hollywood", explica Olid en entrevista con Efe, quien adora estos filmes precisamente por esas cualidades "tan difíciles de encontrar hoy en día".

Olid matiza que "para elegir las cien películas, se ha seguido un criterio muy subjetivo, y no se ha intentado abarcarlo todo, ya que faltan clásicos como 'Birdemic' o 'Troll 2'" y añade que, simplemente, se han decantado por aquellas cintas que más les atraen "porque hay tantos filmes que se podrían citar, más de 500", señala.

Este cortometrajista madrileño no oculta su desdén hacia una tendencia actual en Hollywood, orientada a homenajear al cine de serie B y de bajo presupuesto, a través de películas como "Serpientes en el avión", "Machete" o "Death Proof", con cineastas como Quentin Tarantino o Robert Rodríguez a la cabeza.

A Olid le resulta "fatal" esta corriente, formada por, dice, "filmes premeditados, impostados, falsos" y pretendidamente graciosos, que "tratan de hacer dinero y prostituyen los valores de un cine que es honesto, malo por sí mismo, no a propósito y que hace reír involuntariamente".

La aparición de este libro, único en nuestro país, viene a constatar el éxito del culto por las películas llamadas "trash" o basura, una práctica que actualmente goza de buena salud en España.

Así lo prueban programas televisivos como "Cine Basura" de la cadena Canal Plus Xtra y eventos de fans como la Monstrua de Cine Chungo de Getafe, que este año celebró su tercera edición en el festival Getafe Negro, o la Cutre Con 2011, que tendrá lugar el 10 de diciembre en el centro cultural Casa del Reloj de Madrid.

Para el prólogo del libro, se ha contado con Jack Pérez, director de la irreverente "Mega tiburón contra pulpo gigante", clásico moderno de la serie B, producido por la compañía Asylum, que ahora se ha especializado en copiar descaradamente éxitos hollywoodienses con filmes como "Transmorphers" o "The terminators".

"Al principio se pensó en Mariano Ozores", cuenta Olid, pero "rechazó la oferta porque no le gustaron las críticas a su filme "Veredicto implacable", una desconocida cinta de artes marciales que el director de "Los bingueros" rodó a finales de los 80.

Olid no sabe exactamente cuándo nació su afición por este tipo de películas, aunque apunta al director Peter Jackson y a su película "Mal Gusto" como posibles responsables.

Y es que Jackson, antes de producir éxitos tan aplastantes como "El señor de los anillos", rodaba películas de bajísimo presupuesto, como esta cinta de 1987 que, cuando Olid la vio a comienzos de los 90, le hizo ser consciente de "la existencia de un cine más allá de Hollywood" y empezó a indagar.

El proyecto de "Malas pero divertidas" nació a partir de un blog llamado "Aquí Vale Todo", en el que escriben los tres autores del libro, quienes se conocieron por la admiración que se profesan mutuamente, gracias a sus distintos cortometrajes filmados en la escena underground española.

Por si fuera poco con los cien títulos reseñados, en las últimas páginas del libro, los autores se atreven a recomendar otro centenar de películas, que, como apunta Olid, "podrían ser el germen de un segundo volumen".

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