Madrid.- Obras de los más importantes artistas que han marcado la evolución de la escultura de la vanguardia española del siglo XX permiten reconstruir la historia en la exposición "Un siglo creando espacio", que se exhibe en el Museo de Colecciones ICO.
Julio González, Picasso, Dalí, Torres García, Gargallo, Martín Chirino, Tapies, Oteiza, Chillida, Jaume Plensa o Miquel Barceló son algunos de los nombres presentes en la muestra, cuyo título hace referencia al papel de la escultura moderna como configuradora del espacio.
Las esculturas van acompañadas por dibujos de los mismos autores, que no se pretenden mostrar como bocetos, sino como obras independientes que, en diálogo con las primeras, ayudan a comprender mejor la producción artística de cada uno de los creadores.
Gonzalo Doval, gerente del área de Arte de la Fundación ICO y comisario de la muestra, ha querido confrontar esculturas y dibujos, por considerar que éstos son el germen de la obra de arte, destacando su papel en el proceso creativo del escultor.
Ciento veinte obras de 38 artistas reconstruyen el panorama completo de todo un periodo histórico en el que la escultura española vive un momento de gran esplendor caracterizado por la innovación, aunque, por otra parte, no pretende ser exhaustiva.
La Colección de Esculturas del ICO, que se expuso por última vez en España en el año 2003, permite estudiar la evolución de la escultura de vanguardia española del siglo XX, definida por su ruptura con el clasicismo anterior.
El recorrido cronológico por esta historia comienza con tres dibujos y una escultura de Gaudí que se exhiben en un primer espacio junto a piezas de Manolo Hugué o Julio González, considerado uno de los principales escultores del periodo de entreguerras y el primero en utilizar el hierro de forma sistemática.
Expresionismo, cubismo, surrealismo, abstracción y figuración se van sucediendo a través de piezas de los más importantes representantes de cada uno de los movimientos, como Alberto Sánchez, Dalí, Picasso, Joan Gris, Torres García, Óscar Domínguez, Ángel Ferrant, Eugenio Granell o Esteban Vicente.
En otro de los espacios conviven obras representativas de Jorge Oteiza, Chillida, Martín Chirino, Andreu Alfaro y Pablo Palazuelo que dan paso a esculturas y dibujos de artistas que en la mayoría de los casos continúan activos, como Antonio López, Julio López, Antoni Tapies, Susana Solano, Jaume Plensa, Juan Muñoz, Miquel Navarro, Adolfo Schlosser o Eva Lootz, entre otros, para acabar con Miquel Barceló.
Como afirma Francisco Calvo Serraller en el catálogo publicado con motivo de esta exposición, en el siglo XX, "no solo se multiplican los escultores en nuestro país, sino que algunos hacen aportaciones esenciales a la plástica de vanguardia, la cual sería ciertamente distinta sin la intervención de figuras como Picasso o Julio González" pero también sin la de los otros artistas presentes en la muestra.
Aunque, advierte Calvo Serraller, la importancia de la aportación de los artistas españoles al desarrollo de la escultura del siglo XX no se puede cifrar en una treintena de nombres, "a través de los que están representados en la colección reunida por el ICO sí cabe evocar lo esencial de esta epopeya".
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