Una exposición mostrará en Reus la trayectoria de Marià Fortuny en 45 obras

Reus (Tarragona), 5 mar.- La exposición "Fortuny. El mito" mostrará del 26 de abril hasta mediados de septiembre en el Museo de Reus la trayectoria internacional del pintor Marià Fortuny a través de 45 obras.

Se trata de la principal actividad del Año Internacional Fortuny Reus 2013, una completa muestra que seguirá la trayectoria artística de Fortuny (Reus, 1838 - Roma, 1874) a través de 45 piezas, desde las obras más tempranas hasta su última etapa pictórica.

La exposición ha puesto en común fondos pictóricos de importantes instituciones y de colecciones particulares para conformar una muestra excepcional.

Así, el Museo Nacional de Arte de Cataluña, el Museo de Montserrat, la Real Academia Catalana de las Bellas Artes de Sant Jordi y el mismo Instituto Municipal de Museos presentan algunas de las piezas más relevantes de sus fondos fortunianos.

"La vicaría", "El coleccionista de estampas", "Niño en Portici" o "Ferrador Marroquí" son algunas de las obras que se podrán admirar en esta exposición, resultado de una coproducción entre el Museo Nacional de Arte de Cataluña, que cede la mayoría de piezas, y el Ayuntamiento de Reus a través del Instituto Municipal de Museos de Reus.

Los dos comisarios de la muestra son el jefe del gabinete de dibujos y grabados del MNAC, Francesc Quílez, y el profesor de Historia del Arte de la URV Jordi Àngel Carbonell.

El número de piezas procedentes del MNAC asciende a 27 obras, con producciones tan representativas como "El Coleccionista de estampas", "La vicaría", "Il Contino" o "Playa africana", que dejarán provisionalmente su residencia del Palacio Nacional de Montjuic para poder ser contempladas en la ciudad de nacimiento del pintor, en el marco de la exposición del 175 aniversario de su nacimiento.

Marià Fortuny fue el paradigma del triunfo artístico internacional, una carrera fulgurante rota en el momento más creativo y de más popularidad, pese a lo cual su aportación a la pintura ochocentista va más allá, según han incidido ambos comisarios.

A su juicio, "el concepto pictórico desarrollado los últimos años de su trayectoria fue una verdadera lección para los creadores más jóvenes y renovadores que protagonizarían la modernidad artística las últimas décadas del siglo XIX".

"Su estilo se fundamentaría en el protagonismo de una luz rutilante, del cromatismo vivo y de la factura esbozada de pincelada ágil y empastada. Se puede pensar que si el artista no hubiera fallecido prematuramente la evolución de su estilo le hubiera llevado a planteamientos afines a los de los impresionistas", han señalado Quílez y Carbonell.