Una familia con talento que acompaña al premio Nobel

A Mario Vargas Llosa le han dado este jueves una de las noticias literarias más importantes de su vida. Protagonista de su contenido, este escritor peruano se ha convertido en el nuevo Premio Nobel de Literatura, después de medio siglo dedicado a la escritura, en primer lugar, y el periodismo y la crítica de cine y de arte, en segundo. Durante gran parte de ese tiempo ha tenido muchos compañeros de ‘viaje’, entre ellos, su actual esposa, Patricia Llosa, y sus tres hijos.

Álvaro Vargas Llosa, uno de los vástagos del literato, ha seguido los pasos de su progenitor. Periodista, politólogo y ensayista, nacido en Lima en 1966, es director del Centro para la Prosperidad Global en el Independent Institute y columnista del Washington Post Writers Group. Actualmente reside en Washington junto a su esposa,Susana Abad, y sus dos hijos, Leandro y Aitana.

Álvaro ha reconocido este jueves, en una entrevista en Caracol Radio, que la noticia del Nobel de su padre le hace “plenamente feliz” y le rescata de, se entiende, uno de los pocos problemas de ser hijo de uno de los más grandes de la literatura hispanohablante: no tener que explicar por qué aún su progenitor no había sido tocada con la varita sueca, “ya nos libraron de esa responsabilidad”, ha afirmado Álvaro.

Tal vez para explicarlo, el hijo de Mario Vargas Llosa hubiera podido exponer como virtudes las mismas que este jueves ha utilizado para razonar el galardón: “Mi papá se reinventa en cada libro”. “Su mayor virtud es la disciplina, él no cree en la inspiración ni la visita de las musas, él cree en el trabajo”, ha rematado. Álvaro, autor de varios libros, tiene un gran maestro a su lado.

La creatividad también está presente en la vida de su hija, aunque ella escogió una forma diferente de dar rienda suelta a su percepción de la realidad. Morgana Vargas Llosa es una fotógrafa peruana y española, nacida en Barcelona en 1974. Tiene una relación estrecha en lo personal y profesional con su padre, con el que colaboró en dos publicaciones (‘Diario de Irak’ e ‘Israel Palestina. Paz o guerra santa’). Además ella radiografía con su objetivo la vida de su padre, cualquiera puede consultar sus fogonazos en su página web.

Ginebra, lugar de encuentro con Gonzalo

Gonzalo Vargas Llosa, el segundo de los hijos del escritor, no enfocó la educación recibida en el seno familiar para crear, sino para ayudar. Gonzalo trabaja para ACNUR, el Alto Comisionado de la Naciones Unidas para los Refugiados. De ahí nace una intensa relación del literato con Suiza, con la que tiene una estrecha relación, en gran medida, porque resulta un lugar de encuentro ideal con uno de sus hijos, que reside en Ginebra.

“He estado en Suiza en muchas ocasiones, a veces a dar conferencias, a ver algunas exposiciones y otra veces a ver a mis nietas”, dijo a una entrevista a un medio suizo.