Una guía ilustrada afronta con humor e ironía la ardua tarea de ser autónomo

  • Sergio Andreu.

Sergio Andreu.

Barcelona, 11 ene.- No es un libro de autoayuda, pero puede servir para cambiar de vida. "Autónomos. La guía definitiva" es un manual ilustrado que explica con humor cómo enfrentarse a la ardua tarea del trabajo por cuenta propia en España, una "opción laboral muy complicada", señala a EFE Toni García, coautor de la obra.

Las declaraciones trimestrales del IVA, la gestión de facturas, el IRPF, la falta de seguridad, las cuotas... El mundo del autónomo español, "habitado" por cerca de 3.200.000 personas, es una carrera de obstáculos que Toni García (Mataró, 1971), un periodista "freelance", y el ilustrador Cristóbal Fortúnez (Santiago de Compostela, 1980) plasman en esta hoja de ruta "para no perderse".

"La editorial (Blackie Books) quería hacer algo sobre el tema, una guía al uso, pero les sugerí un enfoque que, además de práctico, tuviera algo de humor para hablar de un régimen montado de tal forma que el optimismo no tiene casi cabida", afirma García desde su experiencia de 17 años como autónomo, tras una etapa de asalariado.

No hay muchos chistes sobre autónomos, dice el periodista, pero ello no quita para que el humor socarrón esté presente en este libro, incluso para ofrecer datos económicos sobre un colectivo al que los autores representan como unas animadas tazas de café "antropomórficas".

"Pensamos que podría servir como símbolo de los que trabajamos por cuenta propia, y la idea de una taza de café nos gustó. Todos los autónomos utilizamos el café en una hora u otra del día para poder seguir sobreviviendo, para mantenernos en pie", señala García, que ha trabajado entre otros medios para ABC, La Vanguardia, El País, Catalunya Ràdio o el Wall Street Journal.

Junto a información legal sobre el "laberinto de epígrafes", la guía "definitiva" incluye una amalgama de testimonios. "Cuando comienzas como autónomo, te sientes muy solo y un poco perdido, porque es casi imposible estar al día con lo legal", dice el autor.

Además, advierte, "en los años electorales siempre hay novedades y promesas en la que supuestamente se nos va a dar el oro y el moro", como la incumplida de que "ningún autónomo pagará el IVA de sus facturas hasta que no las haya cobrado".

Los autores no quieren resultar "apocalípticos" sobre su estatus laboral, pero señalan que los autónomos se movilizan como un "ejército de un solo hombre".

"Nunca hemos actuado como colectivo, siempre hemos sido un montón de entes individuales. Forma parte de nuestra propia mentalidad, inducida por el actual formato económico. Si consiguiéramos movernos en la misma dirección, el Estado lo tendría más difícil, se vería obligado a cambiar las cosas. Pero hasta que no seamos ese 'lobby', seguiremos vagando por el desierto", se queja.

"Cada factura, un Vietnam, y cada día, un lunes" o "No nos ponemos enfermos, eso es de asalariados" son algunos de los puntos del decálogo que abre el libro, que incorpora un apartado de "Notas, cálculos y desahogos para insultar y blasfemar con elegancia".

García indica que el "80 y pico por ciento" de los autónomos pagan la cuota mínima, "lo que demuestra que no hay demasiada gente ganando mucho dinero" y que su relación con la administración es de "vasallaje, un instrumento dedicado a pagar impuestos".

Para tener un sueldo neto de 1.400 o 1.500 euros, un autónomo debe ingresar, calcula García, unos 2.200 euros mensuales, una cifra -recalca- que muy pocos logran. "Si inviertes casi todo lo que ganas en seguir siendo autónomo, es que la cosa no va muy bien", insiste.

Los autores envidian el trato que otros países desarrollados dan a los trabajadores por cuenta propia. Allí, explican, la relación entre los autónomos y Estado "se entiende como algo positivo, como una herramienta que siempre revierte en el bien del país".

¿Por qué estas diferencias? "Eso lo han de contestar los políticos españoles. En el Reino Unido te haces autónomo en quince minutos y un ordenador, incluso te dan un préstamo al empezar por si quieres hacerte tarjetas. Aquí son trámites interminables, has de ir a Hacienda, a la Seguridad social, mil millones de cosas...", comenta García.

El periodismo "freelance" es uno de los sectores más golpeados. "Se han inventado fórmulas híbridas para permitir lo que antes era fraude de ley, el falso autónomo que cobra más de un 65% de una sola empresa. Ahora un empresario te contrata y te obliga a ser autónomo. Se reduce el capital que entra en las arcas de la Seguridad Social, un empeoramiento del estado de bienestar", se lamenta.

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