Una majestuosa Sara Baras pone al público en pie en La Unión

  • Patricio Peñalver.

Patricio Peñalver.

La Unión (Murcia), 2 ago.- La bailaora y coreógrafa Saras Baras con su espectáculo "La Pepa", que era homenajeada en la presente edición con el galardón del Castillete de Oro, ante un público expectante que llenaba a rebosar la Catedral del Cante, salió a darlo todo, a armar la marimorena, a dejarse la piel en el escenario, recordando que fue aquí mismo donde presentó por vez primera a su compañía.

Y una vez más tuvo un rotundo éxito. ¡Viva la Pepa! Y viva la madre que te parió, le gritó una flamenca. Una majestuosa Saras que acabó poniendo al público en pie.

Ya desde los primeros pasos de baile, se dejaba entrever que "La Pepa""era una manera de sentir, una forma de ser, un carácter, una esperanza y un sentimiento" que la bailaora transmitía sobre las tablas, sobre un escenario a los que por motivos de espacio se adaptaba especialmente el montaje, que escenificaba el ambiente del pueblo, los lugares más representativos del Cádiz de 1800 a 1812 en la que a través de la dramaturgia flamenca basada en las estampas que representa la ciudad gaditana se iban contando los momentos históricos más relevantes: como la Guerra de la Independencia, La Transición, las Cortes de Cádiz, y así hasta llegar a la promulgación y a la proclamación de La Pepa, a través del recorrido que la compañía hacía por los diversos palos flamencos, desde el vals hasta el martinete, el fandango, la alegrías, la soleá por bulerías, la malagueña, los tanguillos o las alegrías.

El espectáculo visual y con una moderna estética plástica, que comenzaba por un trágico martinete y terminaba con unas desbordantes alegrías, gozaba de un esplendoroso cuerpo de baile que estaba compuesto por ocho mujeres que bailaban como los ángeles y cinco bailaores que interpretan al pueblo y a los diputados, con un vistoso vestuario y unos movimientos espectacularmente bellos por su conjunción, en el que destacó la presencia del gran bailaor José Serrano, como artista invitado, en el papel de presidente de la Cortes, que bailó magistralmente por farruca.

Una enduendada Sara Baras que daba vida a la Pepa, representando la voz del pueblo, bailó esplendorosamente por seguiriyas,, soleá por bulerías, vals, zapateado, malagueña, y desbordante y salerosa lo hizo por alegrías.

Un espectáculo muy visual con un excelente diseño de luces, bajo la dirección musical de Keko Baldomero, con las guitarras del propio Keko, y la Miguel Iglesias, con el cante de Saul Quirós, Emilio Florido y Miguel Rosendo, las percusiones de Antonio Suárez y de Manuel Muñoz, con la colaboración especial del Cuarteto de Cuerdas Aupaquartet y el violinista Ara Malician.

Después de estar dos años alejada del mundo por su maternidad la gran bailaora Saras Baras volvía por sus fueros y triunfaba otra vez más en La Unión, con un público entregado que aplaudía a rabiar y la obligaba a saludar una y otra vez, durante más de ocho minutos, hasta que Sara emocionada mandó a parar al público puesto en pie.

Y fue entonces cuando la Baras se dirigió al público para darle las gracias a todos y al Festival de la Unión, y dijo: "aunque pueda sonar mal, también quiero darle las gracias al alcalde de La Unión Paco Bernabé, porque este Festival es un orgullo y yo me consideró parte de él. Mi alma se queda esta noche aquí, pero volveré otro año. ¡Viva La Unión! ¡Viva el Festival! Y sonaron bulerías.

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