Una Noche en Blanco para jugar y para reciclar

  • El 11 de septiembre se celebra en Madrid la quinta edición de la Noche en Blanco. Este año el comisario de la manifestación Basurama transformará las calles de la capital bajo el lema del juego y del compromiso con el medio ambiente.
Una de las instalaciones que sorprenderán a los participantes de La noche en blanco
Una de las instalaciones que sorprenderán a los participantes de La noche en blanco
lainformacion.com
Alessia Cisternino

El 11 de septiembre vuelve a Madrid la Noche en Blanco y este año más que otro promete interacción, diversión y sobre todo respeto hacia el medio ambiente. Y no podía ser de otra manera considerado que este año la citas más esperadas de la capital ha elegido como tema el juego y como comisario el colectivo de arquitectos madrileños Basurama, empeñado desde hace diez años en reciclar los desechos urbanos en proyectos culturales.

Como era de esperar, Basurama ha invitado a muchos de los artistas, arquitectos y urbanistas con los que colabora normalmente a transformar las calles de la capital en un enorme laboratorio en el que puedan participar todos los ciudadanos y de donde es posible que surja alguna buena idea sobre el espacio urbano del futuro.

"Para nosotros una idea fundamental que ha incluido Basurama en esta edición es que la Noche en Blanco sea algo mucho más abierto de lo que se ha concebido en las ediciones anteriores. Creemos que este año el programa no se presenta tan acotado como otros años y que los comisarios han luchado por dejar un espacio y un protagonismo a lo espontáneo y lo inesperado" explica Diana de PKMN, uno de los colectivos invitados que revolucionará la ciudad a golpe de acciones espontáneas con la intención de contestar a la pregunta "¿Quién es el madrileño del año?".

'El madrileño del año'

"El madrileño del año es una acción interactiva, viral y contagiosa que invadirá Madrid el día 11 de septiembre de 2010. Si los "15 minutos de fama" warholianos eran un vaticinio del totalitarismo de los medios de comunicación, El madrileño del año sólo sirve para utilizar lúdicamente esos medios y proyecciones mentales personales y convertir mediante un sistema participativo a un ciudadano anónimo de nuestra ciudad en un personaje protagonista durante la Noche en Blanco, en torno a cuya imagen (convertida en máscara, fetiche…en objeto) se generen dinámicas interactivas con el resto de acciones y eventos desarrollados en esta singular noche".

"El comisariado de Basurama, bajo nuestro punto de vista está transformando la visión de las actuaciones hacia lo que nosotros llamamos urbanismos probeta" afirman los del colectivo Zulo_ark. "Se transforman los espacios, las calles y las plazas para que los peatones vuelvan a ser los protagonistas, en una noche de ensayo para que los que mandan tomen nota de algún apunte sobre como podrían ser nuestras ciudades. Del mismo modo, es la Noche en Blanco de las segundas vidas, la que no dura sólo una noche sino que puede durar toda la vida, a través de apoyar las segundas vidas de cada uno de los proyectos, en otros espacios y situaciones".

Zulo_ark llenará la Gran Vía de toboganes kamikaze, grúas columpio, rótulos luminosos alzados por retroexcavadoras, huertas urbanas y contenedores para el descanso más placentero, convirtiendo este lugar emblemático de la capital en un enorme parque de atracciones intergeneracional construido mediante el reciclaje de mobiliario urbano y mediante la utilización de material de obra, algo que, nos explican, permite "rebajar los precios y conseguir la estética de lo que está en permanente transformación".

Juego de niños

El estudio de arquitectos Ecosistema Urbano también se toma muy en serio el tema del juego y crea en el Matadero un espacio donde los niños podrán intercambiar sus juguetes (y seguir haciéndolo después de la Noche en Blanco a través de esta web), mientras el arquitecto José Miguel Prada Poole coloca en la Galería de Cristal del Palacio de Cibeles un arco iris en acero inoxidable y policarbonato de 14x34 m.

"El proyecto Arco Iris" nos explica Prada Poole, "tiene varios aspectos diferenciados: uno puramente conceptual en el que el espectador intenta desentrañar el significado de la obra aportando interpretaciones personales. Otro también conceptual, pero que incita a una cierta capacidad de actuación, formado por banderolas de tejido que se pueden hacer oscilar aleatoriamente aportando la sensación de que el aire inmóvil se mueve. Un tercero formado por piezas de colores sueltas sobre el pavimento que pueden dar lugar al cambio en los motivos geométricos que decoran el suelo y un último algo más complejo denominado "almohadas" (tubos de polietileno transparente rellenos de fragmentos de poliestireno) con los que se pueden hacer "asientos", lugares para recostarse o algún tipo de "esculturas".

Juguetona, interactiva, divertida. Así será la Noche en Blanco de este año. Un evento que envuelve a todos los ciudadanos en un clima de fiesta pero con un ojo a temáticas como el reciclaje y el respeto del medio ambiente: la misma organización del evento cuenta con un incremento del transporte público y potenciará los puntos de reciclaje en las zonas de la ciudad donde se prevé más afluencia.

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