Cerca de mil piezas ya están rumbo a la ciudad de Tulsa, mientras el resto se conserva en otros lugares y será enviado en el curso de dos años, precisó la universidad.
No se reveló el precio de la compra, pero el New York Times lo estimó entre 15 y 20 millones de dólares.
La operación se inscribe en una estrategia de Tulsa, que busca convertirse en un destino cultural de renombre.
Además de la exposición, los archivos de Dylan estarán a disposición de universidades e investigadores que estudien el tema y contienen grabaciones que se remontan a 1959.
"Estoy feliz de que mis archivos, que han sido reunidos durante todos estos años, hayan encontrado casa", declaró el artista de 74 años en otro comunicado publicado también el miércoles.
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