Vincent Dumestre cree que aún queda mucha música barroca por descubrir

Santander, 5 jul.- Una buena parte de las obras del barroco más temprano ha desaparecido para siempre o está por descubrir, a la espera de ser rescatada, según Vincent Dumestre, fundador de La Poême Harmónique, quien defiende la cercanía de una música aparentemente lejana que no duda en conectar con el rock.

Dumestre es uno de los especialistas europeos más reconocidos dentro del mundo de la música antigua y barroca. Caballero de las Artes y las Letras de Francia, tras una etapa como intérprete en la que realizó más de treinta grabaciones, fundó La Poême Harmónique, que dirige desde 1998.

Y esta semana está impartiendo un curso magistral, dirigido a cantantes e instrumentistas, sobre la música de cámara francesa e italiana del siglo XVII (el primer barroco), en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo, donde esta noche ofrecerá un concierto al frente de su agrupación.

En ese periodo Venecia era el centro de la edición musical de Europa pero hoy solo se conoce el 10 por ciento de ese patrimonio. El 90 por ciento restante ha desaparecido aunque es posible que aparezcan nuevos manuscritos, ha explicado en un encuentro con periodistas.

Los especialistas siguen haciendo descubrimientos pero el problema es que una buena parte de esa música forma parte de una tradición oral que se está tratando de recuperar a través de otras fuentes.

Según Dumestre, la música del siglo XVIII, con autores como Haendel, Bach o Vivaldi al frente, es muy conocida pero aún hay obras por descubrir de autores anteriores tan significativos como el español Hidalgo o el francés Charpentier.

Y a su juicio, la música barroca es lejana en el tiempo pero está muy cerca del universo sonoro al que están acostumbrados los oídos de hoy e incluso, en su armonía y su melodía, "conecta con el rock".

Esa es, a su modo de ver, una de las principales razones del resurgimiento que está experimentado en las últimas décadas, que también atribuye a que sus autores hablaban más de las personas y de sus sentimientos íntimos que los compositores del XIX, quienes trataron de retratar en sus partituras "la superación del ser humano", ha apuntado.

Además cree que la globalización ha traído un mayor contacto humano que relaciona con una música escrita para los amigos y allegados y que era compartida en salones y pequeños auditorios.

El público que asiste a los conciertos de Le Poême Harmonique es fundamentalmente joven y eso se debe, en su opinión, a que detrás de su trabajo hay una investigación y se ofrecen "cosas nuevas e interesantes", pero es consciente de que los espectadores que acuden a los grandes auditorios "están envejeciendo".