"Visiones de la India", el desafío de la pintura sudasiática, en el Thyssen

  • El Museo Thyssen Bornemisza de Madrid ofrece la oportunidad, por primera vez en España, de contemplar una amplia exposición dedicada a la evolución de la pintura del sur de Asia, desde el siglo XII hasta mediados del siglo XIX.

Mila Trenas

Madrid, 27 feb.- El Museo Thyssen Bornemisza de Madrid ofrece la oportunidad, por primera vez en España, de contemplar una amplia exposición dedicada a la evolución de la pintura del sur de Asia, desde el siglo XII hasta mediados del siglo XIX.

Pinturas, manuscritos, álbumes y diversas ilustraciones trazan un recorrido por el arte de la India en una muestra que no pretende hacer un recorrido exhaustivo por la historia artística de esta cultura, sino mostrar algunas representaciones muy seleccionadas.

Las más de cien obras que se exhiben proceden de la colección donada al Museo de Arte de San Diego por Edwin Binney, quien reunió objetos de arte turco y persa con el objetivo de crear una colección enciclopédica de pintura de la India, compuesta en la actualidad por casi 1.500 piezas.

El Museo de Arte de San Diego,forma parte de un conjunto de edificios diseñados al estilo del Renacimiento español, construidos en 1915 para la exposición Panamá-California. Su colección, formada por más de 16.000 obras de arte, cuenta con una importante representación del arte español con El Greco, Sánchez Cotán Goya, Zurbarán, Sorolla, Murillo, Dalí, Gris o Miro, entre otros.

La muestra de Madrid, organizada en poco más de dos meses, Guillermo Solana, director artístico del Thyssen, reconoció que se trata de una exposición "muy nueva" para el museo dada su "singularidad", ya que es la primera vez que se expone tan ampliamente enn España pintura del sur de Asia y también es la primera vez que el museo no exhibe arte occidental.

"Todo ello requiere una conversión de la mirada para sumergirnos en un mundo literario de historias distintas", afirmó Solana para quien los visitantes, a los que se les dará una lupa para que puedan apreciar mejor las pinturas, "deberán superar el desafío que estas pinturas plantean".

Roxana Velásquez, directora del Museo de Arte de San Diego, recordó que nunca antes la colección de arte sudasiático se había presentado "con tal magnitud como en el Thyssen", y se felicitó por el resultado de esta exposición, que muestra "un secreto demasiado bien guardado".

En palabra de la conservadora de arte asiático del mismo museo, Sonya Rhie Quintanilla, la exposición del Thyssen quiere mostrar "la capacidad de estos artistas para adaptarse y modificar sus estilos tradicionales sin perder el carácter inconfundiblemente indio".

La pintura india presenta considerables variaciones según las regiones, épocas y estratos sociales, aunque ofrece también características comunes que se mantienen en el tiempo y en el espacio, como la capacidad de adaptación de sus artistas "que cogieron elementos de todo el mundo para crear algo nuevo" y, sobre todo, el detallismo y minuciosidad de su trabajo.

El recorrido de la muestra comienza con un ejemplo de pinturas destinadas a ilustrar los libros sagrados que servían de ofrenda en los templos. La tradición de iluminar manuscritos floreció en la India en torno al siglo XI, en los monasterios budistas, donde se pintaban escenas que embellecían las copias de los textos sagrados y facilitaban la meditación.

"Visiones líricas" profundiza en las pinturas que, a partir del siglo XV, ilustraron las narraciones persas más populares, encargadas por clientes de elite, que querían mostrar estos trabajos como signo de educación, riqueza y sofisticación cultural.

El tercer apartado, "Recorrido por la historia de la pintura mogola", da a conocer una de las formas más influyentes y reconocidas del arte indio.

El emperador Akbar (1556-1605) fue en parte responsable de este esplendor, al contratar a un centenar de artistas para que trabajaran en el taller imperial bajo la dirección de siete pintores procedentes de la corte de Irán. Tanto Akbar como sus sucesores se interesaron por las estampas europeas que los misioneros jesuitas llevaron, a partir del siglo XVI, a la India.

La muestra finaliza con "Al estilo de la Compañía", donde se muestran obras realizadas por los artistas indios para los funcionarios y comerciantes británicos vinculados a la Compañía de las Indias Orientales.

Estas obras reflejan el interés de los artistas indios por las convenciones artísticas europeas, como el sombreado, la perspectiva y un cromatismo discreto, así como cierta sensación de distanciamiento entre el espectador y la obra.

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