'Vivir es fácil con los ojos cerrados', el tributo de David Trueba a John Lennon

    • La historia cuenta el verdadero viaje que vivió un profesor de inglés para conocer a su ídolo cuando rodaba en Almería.
'Vivir es fácil con los ojos cerrados', el tributo de David Trueba a John Lennon, protagonizada por Javier Cámara.
'Vivir es fácil con los ojos cerrados', el tributo de David Trueba a John Lennon, protagonizada por Javier Cámara.
Christian Leal/Agencias

En 1966, John Lennon compuso ´Strawberry fields forever' en Almería, hasta donde se había desplazado para rodar la película ´Cómo gané la guerra´. A pocas horas en coche, un profesor que daba clases de inglés en Cartagena decidió acudir al rodaje para intentar cumplir su sueño: conocer al protagonista de las canciones que le servían como material de enseñanza.

La experiencia que vivió Javier Carrión, el profesor de inglés que ahora supera los 90 años, ha sido contada por David Trueba en 'Vivir es fácil con los ojos cerrados'. Y, casualidades del destino, se cumplen exactamente 33 años desde que el mítico cantante de 'The Beatles' nos dejó.

El profesor, interpretado por Javier Cámara, una joven embarazada que escapa de un centro de acogida, en cuyo papel debuta la joven Natalia de Molina, y un niño que se escapa de casa tras negarse a cortar su melena, protagonizado por Francesc Colomer, son los tres ejes de esta historia, cuyo destino es conocer a John Lennon.

El director destaca la "heroicidad"de estos tres personajes con vidas convencionales, fijando su mirada en las historias cotidianas, esas que le atraen y que, a su juicio, convierten un relato en algo interesante. "Necesitamos reivindicar a la gente corriente, porque un día van a pensar que llevar a sus hijos al colegio no es algo importante", ha enfatizado.

En la película, John Lennon se convierte en el motor de la historia y, aunque no se le vea en ningún momento de la cinta, si que oímos los versos perfectos de 'Strawberry Fields Forever'. Lennon sigue vivo en nosotros, en todos nosotros, y David Trueba sólo ha conseguido que su recuerdo vuelva a florecer para que no desaparezca nunca.

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