Barcelona, 27 jun.- El artista conceptual alemán Wolfgang Laib expone desde hoy en Barcelona sus instalaciones de polen y otras obras espirituales, todas ellas realizadas con elementos extraídos de la naturaleza, como leche, cera de abeja o mármol.
Wolfgang Laib (Metzinger, 1950), que no ha podido desplazarse a Barcelona debido a un súbito problema grave de salud, reúne en la Blueproject algunas de sus obras más representativas de su trayectoria, que se podrán ver hasta el 23 de noviembre, una cita que se produce después de la exposición que le dedicó el MOMA.
Entre las obras más destacadas figura uno de sus habituales cuadros de polen, que por motivos de conservación sólo se podrá ver hasta el 15 de septiembre, mes en el que está previsto que llegue a Barcelona el artista para presentar el catálogo de la exposición.
El codirector de la fundación, Aurélien Le Genissel, ha explicado en la presentación que les interesó Laib por ser "un artista que siempre trabaja con materiales naturales y que ha mantenido la misma línea estética durante su larga trayectoria artística".
El artista alemán, ha recordado Le Genissel, comenzó su trayectoria a mediados de los años setenta, tras finalizar los estudios de medicina, y la razón de este cambio de rumbo es que "con la medicina podía ayudar al cuerpo de las personas, mientras que con el arte podía incidir en su espiritualidad".
Perteneciente a una familia que había cultivado el ascetismo y realizado frecuentes viajes a la India y otros países de Oriente, se interesó desde muy joven por la religión y el misticismo, lo que le llevó a profundizar en las culturas y lenguas orientales y encontrar en el arte el medio de conocimiento y expresión de su visión del mundo.
Laib utiliza materiales naturales con "una fuerte carga simbólica y vital", como la cera de abeja, la leche, el polen y el arroz; con los que pretende suscitar un encuentro entre arte, naturaleza y espiritualidad.
Sus obras son concebidas como un ritual, un proceso íntegro conectado a un orden cósmico, a la mística de la naturaleza que han desarrollado diferentes culturas y religiones.
El proceso de trabajo de Laib, precisa Le Genissel, sigue un proceso cíclico que trata de preservar un sentido de pureza conectada al orden natural.
"El artista recolecta los materiales en las estaciones y lugares específicos, el polen, de pino o de avellano, en primavera, la cera de abeja la trabaja en otoño aprovechando el calor del interior de la casa, un proceso meticuloso que continúa con el montaje de las exposiciones y el mantenimiento diario de las piezas", señala.
Ilustra ese ritualismo el hecho de que el cuadro de polen fue instalado en Barcelona por uno de los ayudantes del artista, quien tuvo que rehacerlo de nuevo, primero por culpa de una gota de sudor, y después por una voraz mosca.
La pieza "Milkstone" (1982) es una piedra cuadrangular de mármol de Macedonia blanco, que el artista pulió especialmente para poder albergar sobre su superficie medio litro de leche, que cada día se retira y repone, "una obra que da una idea exacta de la concepción que Laib tiene del arte como ritual".
En la exposición de Blueproject se pueden contemplar algunas de sus "Reishaus", casas de arroz, dos de granito de la India (2007), recubiertas con hollín de las velas de los templos y después con aceite.
Otra de las casas (2008), de color rojo y recubierta por cera de abejas, alberga en su interior arroz, y otras dos "Reishaus" blancas (2010 y 2013) fueron confeccionadas con mármol de Macedonia, que suele utilizar en sus obras al igual que el de Carrara, apunta Le Genissel.
Todas estas casas son concebidas por Wolfgang Laib como "las ofrendas que la Humanidad ha hecho desde el principio de los tiempos". EFE.
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