EL ÁRTICO BATE UN NUEVO MÍNIMO INVERNAL DE HIELO MARINO POR TERCER AÑO SEGUIDO

La extensión máxima del hielo marino del Ártico ha batido un nuevo mínimo histórico por tercer año consecutivo desde que en 1979 comenzaran los registros de satélite tras alcanzar 14,42 millones de cuadrados el pasado 7 de marzo, día a partir del cual empezó poco a poco a disminuir con el inicio de la temporada de fusión.
Así lo señaló este miércoles el Centro Nacional de Datos de Hielo y Nieve (NSIDC, en sus siglas en inglés), que pertenece a la Universidad de Colorado en Boulder (Estados Unidos) y ofrece este tipo de información con el apoyo parcial de la NASA.
El pasado 7 de marzo, la extensión máxima del hielo marino sobre el Ártico llegó a 14,42 millones de kilómetros cuadrados. Se trata de la cantidad más baja en los 38 años del registro histórico, ya que hubo mayor cantidad en 2015 (14,517 millones de kilómetros cuadrados) y en 2016 (14,52 millones).
Los científicos del NSIDC indicaron que el otoño y el invierno fueron “muy cálidos” y contribuyeron a ese récord de superficie máxima más baja, puesto que registraron temperaturas del aire cercanas a 2,5ºC por encima de la media. De hecho, en el invierno boreal se han registrado el equivalente polar a olas de calor, algo que ya ocurrió en esa estación un año antes.
“He estado observando los patrones climáticos del Ártico durante 35 años y nunca he visto nada cercano a lo que hemos experimentado en los dos últimos inviernos”, aseguró el director del NSIDC, Mark Serreze.
Los datos del satélite CryoSat-2, de la Agencia Espacial Europea, mostraron que la capa de hielo ártica en este invierno era ligeramente más delgada en comparación con los últimos cuatro años. Los datos del Sistema de Modelación y Asimilación del Océano Helado Pan-Ártico de la Universidad de Washington también mostraron que el volumen de hielo del Ártico era inusualmente bajo para esta época del año.
"El hielo fino y acosado por el clima cálido no es una buena manera de comenzar la temporada de fusión", recalcó Ted Scambos, científicos principal del NSIDC.
INDICADOR DEL CAMBIO CLIMÁTICO
Por su parte, Julianne Stroeve, científica del NSIDC, comentó que “el hielo delgado que entra en la temporada de fusión nos prepara para la posibilidad de registrar condiciones de hielo bajo en septiembre”, que es cuando suele llegar a su mínimo anual en el Ártico.
"Mientras que el máximo del Ártico no es tan importante como el mínimo estacional, el declive a largo plazo es un claro indicador del cambio climático", apuntó Walt Meier, científico del Laboratorio de Ciencias Criosféricas del Centro Goddard de Vueltos Espaciales Goddard de la NASA y científico afiliado del NSIDC .
El hielo marino en el Ártico suele aumentar durante el otoño y el invierno, y alcanza su máximo normalmente a mediados de marzo. Luego retrocede en primavera y verano, y llega a su extensión mínima a principios o mediados de septiembre.
El mínimo de septiembre comenzó a llamar la atención en 2005, cuando llegó a su extensión más baja desde que comenzaron las observaciones por satélite. Ese récord se rompió en 2007 y en 2012. El máximo de marzo normalmente ha recibido menos atención, hasta que en 2015 se registró la superficie más baja desde que hay datos.
En el hemisferio sur, el hielo marino alcanzó su extensión mínima anual el 3 de marzo de 2016, con 2,11 millones de kilómetros cuadrados, lo que supone también un récord histórico. Sin embargo, la extensión del hielo antártico es muy variable porque hace dos años y medio llegó a su nivel más alto en el registro.

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