LA AUDIENCIA DE MADRID JUZGA A UN HOMBRE QUE ASESINÓ DE 30 MARTILLAZOS A UNA COMPAÑERA DE TRABAJO A LA QUE DEBÍA 500 EUROS

La Sección 29 de la Audiencia Provincial de Madrid juzga a partir de este lunes con jurado popular a Constancio M. H. por un delito de asesinato con alevosía y ensañamiento, al propinar 30 martillazos a una compañera de trabajo que le reclamó 500 euros que le había prestado. El Ministerio Público solicita para él una pena de veinticinco años de prisión.
Según el informe de calificación provisional de la Fiscalía, el pasado 3 de junio de 2014 a las 5.50 horas, el acusado, compañero de trabajo de la fallecida en una empresa de limpieza, la recogió en su domicilio. Juntos iban al trabajo habitualmente. Durante el trayecto, la mujer preguntó a Constancio sobre los 500 euros que le había prestado tres meses antes. Ante la insistencia de la mujer, el acusado respondió que aún no tenía el dinero.
Después de trabajar juntos en varios portales de la localidad de Pinto, Constancio trasladó a su compañera a otra zona de la localidad, y cada uno de ellos continuó sus labores en portales separados. Sobre las 12.00 horas, el acusado se montó en el vehículo de la empresa y se dirigió a uno de los portales donde sabía que tenía que trabajar su compañera. Aparcó el coche, cogió la mochila en la que guardaba un martillo y la estuvo esperando en la calle, en las inmediaciones de dicho portal.
Cuando su compañera llegó le pidió hablar a solas y tomaron el ascensor para dirigirse al sótano, donde se encontraba el cuarto de limpieza. Una vez allí, después de hablar otra vez sobre el pago de la deuda, Constancio atacó a la mujer con el martillo que guardaba en la mochila y la golpeó en la cabeza y en el cuerpo de manera reiterada, con el objetivo de poner fin a su vida.
El acusado golpeó a la mujer con una fuerza tal que la derribó y ya en el suelo continuó golpeándole con el martillo en ambos lados de la cabeza, en la frente, en la cara y en el cuerpo, con clara intención de acabar con la vida, propinándole un total de 30 martillazos aproximadamente, recibiendo la víctima más de veinte contusiones en la cabeza y el resto en el cuerpo.
Constancio M. culminó su agresión golpeando con mucha más fuerza en la zona frontal, produciendo el esparcimiento de masa cerebral. A pesar de que la muerte de la mujer era más que evidente, el acusado cambió el arma de mano y continuó golpeando en la zona frontal opuesta, produciendo un nuevo esparcimiento de masa cerebral desde ese lado.
Con tales golpes, múltiples y reiterados, el acusado aumentó de manera deliberada y consciente el dolor de la víctima por las continuas heridas que le iba causando, sabiendo, además, que no podía recabar ayuda por encontrarse en un cuarto cerrado con una única puerta y siendo consciente de su próxima muerte, lo que, unido al dolor físico, le provocó una prolongada agonía antes de su fallecimiento.
Tras finalizar la agresión, el acusado cerró la puerta dejando a la víctima tendida en el cuarto sin que nadie pudiera percatarse desde fuera de su presencia, abandonó el lugar de los hechos y se dirigió al cuarto de la limpieza de otra comunidad de vecinos, cuyas llaves tenía por motivos laborales, donde se lavó las manos para, a continuación, seguir con su trabajo y, al finalizarlo, acudir a su domicilio, limpiar las zapatillas que llevaba y tirar en un contendor la bolsa de trabajo, la ropa y el martillo. El acusado se encuentra en una situación de prisión provisional desde el 6 de junio de 2014.

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