Berlusconi ingresó hace casi un mes en el hospital San Raffaele de Milán, donde terminó siendo intervenido para la sustitución de una válvula aórtica. Ahora, tiene por delante un proceso de rehabilitación que se prolongará durante al menos dos meses.
El líder de Forza Italia, que abandonado el hospital por su propio pie, espera seguir siendo "útil" a su país, por lo que descarta dar un paso atrás. De hecho, en declaraciones a los medios no ha escatimado críticas al escenario político actual y las reformas impulsadas por el Gobierno de Matteo Renzi.
Berlusconi ha recibido junto al hospital los gritos de algunos simpatizantes que le han animado al grito de "presidente". Junto a él, uno de sus más estrechos colaboradores, Valentino Valentini, en quien se ha apoyado para llegar hasta el coche en el que se ha subido para regresar a su vivienda.
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