Bruselas considera que los contactos diplomáticos en marcha están dando resultado en cuanto al compromiso de las autoridades de Estados Unidos y Canadá para buscar soluciones; y teme que una suspensión tuviera consecuencias en las relaciones exteriores, comerciales y económicas entre las dos regiones.
"Nuestro objetivo sigue siendo lograr plena reciprocidad en materia de visados con ambos y nuestra implicación constante y diplomacia paciente en el último año han dado resultados tangibles ya en Canadá", ha declarado el comisario de Interior e Inmigración, Dimitris Avramopoulos.
"El diálogo con nuestros socios estratégicos es la manera adecuada de avanzar y vamos por el buen camino", ha añadido.
En el caso de Canadá, que aún exige visados a los nacionales de Rumanía y Bulgaria, pero con el acuerdo de libre comercio (CETA) el Gobierno canadiense se comprometió a revertir la situación cuanto antes. Desde este mes, las autoridades canadienses ya no aplican la exigencia a categorías concretas de ciudadanos procedentes de estos dos países.
Estados Unidos, por su parte, incluyó a 23 de los 28 Estados miembros en su programa de exención de visados, pero mantiene la obligación para los viajeros procedentes de Bulgaria, Croacia, Chipre, Polonia y Rumanía.
Washington se ha comprometido a admitir sin visado a estos nacionales en cuanto sus países cumplan con los criterios a los que obliga la legislación norteamericana, ha asegurado el comisario.
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