LOS CAMBIOS TÉRMICOS EN EL MAR PROVOCAN SEQUÍAS EN EL MEDITERRÁNEO

Las fluctuaciones en la temperatura de la superficie del mar son un factor que causa sequías persistentes alrededor del Mediterráneo y en América del Norte, según un estudio realizado por investigadores de Francia, Países Bajos y Reino Unido.
El estudio, publicado en la revista ‘Scientific Reports’, analiza datos térmicos entre 1957 y 2002, y concluye que las temperaturas de la superficie del mar en el Pacífico Norte y el Atlántico Norte eran cada vez más variables y los extremos térmicos eran más prolongados.
Las temperaturas oceánicas son un importante motor de las condiciones de la Tierra y los investigadores demuestran que los cambios observados se correlacionaban con aumentos en la variabilidad de la temperatura terrestre y la persistencia de valores térmicos extremos, lo que se asocia con sequías persistentes en lugares alrededor del Mediterráneo y en América del Norte.
“Nuestra evidencia muestra que las variaciones más grandes y más persistentes en la temperatura de la superficie del mar se han producido en el Atlántico Norte y el Pacífico Norte, lo que contribuyó a anomalías de temperaturas más extremas y persistentes en partes de la superficie terrestre del mundo”, apunta Tim Lenton, de la Universidad de Exeter (Reino Unido).
Los investigadores, que escanearon sistemáticamente los datos mensuales de temperatura para buscar tendencias, señalan que esos periodos prolongados de altas o bajas temperaturas pueden tener un efecto "mayor que la suma de sus partes".
"Por ejemplo, una larga ola de calor puede tener mayores impactos sobre la mortalidad humana que la suma de los días calurosos individuales y las sequías plurianuales pueden tener mayores impactos económicos agrícolas que la suma de los años secos individuales", explica Lenton.
La reciente sequía en el Mediterráneo oriental, que comenzó en 1998, ha sido descrita por la NASA como “la peor sequía de los últimos nueve siglos” en esa región.
También se han producido episodios similares de forma persistente en el suroeste de América del Norte durante los últimos años, lo que a menudo se conoce como ‘sequía de California’.