La Cámara de Representantes aplaza hasta después del 4 de julio la votación sobre el control de armas

Reuters/EP

Decenas de demócratas han participado en la sentada en la Cámara de Representantes, una protesta que ha concluido en la noche del miércoles al jueves y que finalmente no ha impedido que los republicanos aplazaran la votación sobre el refuerzo del control de las armas tras la masacre de 49 personas en una discoteca gay de Orlando.

Los republicanos han logrado hacerse de nuevo con el control de la Cámara a pesar de la sentada y, por medio de varias medidas no relacionadas, han logrado que la Cámara de Representantes no afronte más votaciones hasta después del 4 de julio, el día de la fiesta nacional de Estados Unidos.

El representante demócrata John Lewis, defensor de los derechos civiles en los años 60 y que ha liderado la sentada, ha advertido de que continuarán con su campañaa para garantizar un mayor control de las armas.

"Hoy hemos recorrido una distancia. Hemos hecho algunos progresos. Hemos cruzado un puente pero tenemos otros puentes por cruzar", ha afirmado Lewis. "Cuando regresemos en julio, comenzaremos de nuevo. El pueblo estadounidense quiere que actuemos, quiere que hagamos algo", ha explicado.

El control de las armas es un tema de mucha importancia política en Estados Unidos y que causa preocupación tras los tiroteos registrados en los últimos años en Connecticut, Colorado, California y en otros lugares. La protesta de los demócratas en la Cámara de Representantes denota también la importancia de este tema en las próximas elecciones presidenciales.

Los demócratas estaban intentando que la Cámara de Representantes votara para reforzar los exámenes de antecedentes necesarios para poder comprar pistolas, además de medidas para impedir la venta de armamento a personas que estén en listas de vigilancia del Gobierno.

Los republicanos, molestos por haber perdido el control de la Cámara Baja durante la mayor parte del miércoles, han denunciado la sentada como una maniobra publicitaria. Las imágenes difundidas por las cadenas de televisión muestran a varios parlamentarios gritando a los compañeros demócratas, provocando acolaradas discusiones que casi terminan en peleas.

El presidente de la Cámara de Representantes, el republicano Paul Ryan, ha rechazado las peticiones de los demócratas para reforzar el control de armas, con el argumento de que no es partidario de aprobar ninguna ley que cercene los derechos constitucionales de los ciudadanos que tienen armas.

En lugar de someter a votación las medidas impulsadas por los demócratas, los republicanos han presentado otras iniciativas parlamentarias no relacionadas. Los demócratas, por su parte, han mostrado pancartas de homenaje a víctimas de tiroteos durante las votaciones y han cantado el himno del movimiento de defensa de los derechos civiles 'We Shall Overcome'.

Ryan ha pedido a los demócratas que mantengan el decoro y ha rechazado abordar el tema del refuerzo del control de armas. "La cámara está centrada en eliminar terroristas, no derechos constitucionales de ciudadanos respetuosos con la ley. Ningún numerito va a cambiar esto", ha dicho AshLee Strong, portavoz de la Presidencia de la Cámara Baja estadounidense.

Las maniobras de los demócratas en la Cámara Baja llegan después de que la semana pasada sus compañeros de partido en el Senado protestaran por la pasividad del Congreso tras la mayor matanza en Estados Unidos desde el 11 de septiembre.

Tras la maniobra de filibusterismo de los demócratas, el Senado, controlado por los republicanos, acordó convocar las votaciones sobre cuatro medidas de control de armas, todas ellas rechazadas el lunes. El Congreso de Estados Unidos no ha aprobado desde 1994 ninguna ley sobre control de armas y los defensores de las armas sostienen que legislar sobre este tema supone cercenar el derecho constitucional de los estadounidenses a tener armas.

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