La Consejera de seguridad nacional estadounidense, Susan Rice, condenó los "atroces" bombardeos a hospitales en el este de Alepo en poder de los rebeldes sirios, advirtiendo al régimen de Damasco y a sus aliados rusos que ellos son responsables por las consecuencias a largo plazo de estos actos.
"Estados Unidos condena en sus más enérgicos términos estos horribles ataques contra infraestructura médica y trabajadores humanitarios. No hay excusa para estas abominables acciones", afirmó Rice en un comunicado.
"El régimen sirio y sus aliados, Rusia en particular, deben asumir la responsabilidad por las consecuencias inmediatas y a largo plazo que estas acciones han causado en Siria y más allá".
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