Centenares de logroñeses cumplen la tradición de la Limpieza y Veneración del Cristo del Santo Sepulcro

El acto, celebrado a partir de las 12 de esta mañana, ha estado presidido por el obispo de Calahorra y Lacalzada-Logroño, Carlos Manuel Escribano, y ha contado con la presencia, entre otros, del presidente de La Rioja, José Ignacio Ceniceros; y la alcaldesa de Logroño, Cuca Gamarra, acompañados por diversos cargos tanto del Ejecutivo riojano como del Consistorio logroñés.

En el momento exacto en el que las campanas de La Redonda tocaban las doce del mediodía, ha entrado Monseñor Escribano en una Capilla de los Angeles abarrotada en medio de un silencio emocionado. Acto seguido, se ha dado la orden de extraer al Cristo de la urna donde se guarda durante todo el año, ya que solamente sale de ella para este acto tan arraigado en las costumbres de la Semana Santa de la capital riojana.

Tras su extracción con todo cuidado, la talla del Cristo yacente ha sido depositada en un pequeño altar sobre cojines negros bordados en dorado. Después de una lectura del Evangelio, el obispo se ha dirigido a todos los presentes, a los que ha llamado a "preparar estos días como el Cristo se prepara para la Semana Santa".

"Este es un acto precioso", ha señalado Monseñor Escribano, que, dado que tomó posesión del Obispado el pasado mes de junio de 2016, era la primera vez que acudía a la Limpieza. "Es un acto que toca nuestro corazón -ha añadido- para vivir con intensidad las jornadas que nos esperan".

Después de que las camareras de la Cofradía del Santo Sepulcro hayan limpiado con gran cuidado y devoción la figura, el propio Monseñor Escribano ha sido el encargado de abrir el tradicional 'besapiés' de la talla, que ha continuado posteriormente por todas las autoridades presentes.

Acto seguido, sobre las 12,20 horas, se han abierto las puertas de la Capilla a los cientos de logroñeses que, desde mucho antes de que diera comienzo el acto, ya aguardaban su turno para pasar ante el Cristo, una talla donada en 1694 a la ciudad por el capitán Gabriel de Unsain, regidor perpetuo de Logroño al entonces templo colegial de Santa María la Redonda.

Desde ese momento, según marca la tradición, han comenzado a desfilar los ciudadanos quienes, además de besar o tocar la imagen, suelen pasar diversos objetos por el Cristo, como pañuelos, llaves y joyas, y acercan a bebés de corta edad, de los que, en esta ocasión, había un cuantioso número. Como recuerdo de su paso por el 'besapiés', se llevan el algodón con el que se ha limpiado la talla tras su beso o una flor.

"Es uno de los actos más emblemáticos de la Semana Santa de Logroño, sería difícil entenderla sin la Limpieza del Cristo del Sepulcro", ha afirmado minutos antes de iniciar el acto el Hermano Mayor de la Cofradía del Sepulcro, Gerardo León, quien ha destacado "el fervor" que sienten los logroñeses por esta talla.

El acto se desarrolla a lo largo de unas dos horas, para luego, sobre las 14,30 horas, devolver de nuevo la talla del Cristo yacente a su urna. Con ella, la imagen cerrará la procesión del Santo Entierro de Logroño, el próximo Viernes Santo, como es tradición.