Comandante militar de Hezbolá muere en un ataque en Siria

El comandante militar del Hezbolá Mustafá Badreddine murió en un ataque cerca del aeropuerto de Damasco, anunció este viernes el movimiento chiita libanés que combate a los rebeldes en Siria junto al régimen de Bashar al Asad.

El poderoso movimiento armado chiita, enemigo jurado de Israel y considerado "organización terrorista" por Estados Unidos, no precisó ni el origen ni la fecha de este ataque, presentado como "una gran explosión".

"Las informaciones preliminares revelaron que una gran explosión alcanzó uno de nuestros puestos cerca del aeropuerto internacional de Damasco, matando al hermano comandante Mustafá Badreddine e hiriendo a otras personas", indicó el partido en un comunicado.

"Vamos a continuar la investigación para determinar la naturaleza y las causas de la explosión, y saber si se debió a un bombardeo aéreo, a un misil o a un disparo de artillería", precisó sin señalar a nadie.

Le movimiento chiita armado libanés, que libró una guerra contra Israel en 2006, suele acusar a Israel del asesinato de sus responsables, pero en esta ocasión no se ha apuntado directamente contra el Estado hebreo.

Badreddine, de unos 55 años, estaba a cargo de la organización en Siria, donde la guerra entre las tropas del régimen, rebeldes y yihadistas causa estragos desde hace cinco años.

Era también uno de los cinco miembros del movimiento chiita acusados del asesinato de Rafic Hariri, ex primer ministro libanés abatido en un atentado en Beirut en 2005. Además, el Tesoro de Estados Unidos también le había impuesto sanciones.

Unas horas antes, en un lacónico comunicado en el que anunciaba la muerte de Badreddine, el Hezbolá afirmó que el jefe militar "hace unos meses dijo: 'no volveré de Siria si no es como mártir o portando la bandera de la victoria' (...) Y hoy volvió como mártir".

Su funeral está previsto a las 17H30 (14H30 GMT) en la periferia de Beirut, feudo de Hezbolá.

Badreddine había reemplazado en el cargo de comandante militar a Imad Moughniyé, buscado por la Interpol y Estados Unidos por una serie de atentados y secuestros y asesinado en 2008 en Damasco. El Hezbolá responsabilizó de este asesinato a Israel, que negó cualquier implicación. Badreddine era el yerno de Moughiniyé.

El 21 de julio de 2015, el Tesoro de Estados Unidos impuso sanciones financieras a Mustafá Badreddine y a otras tres personas por el "apoyo activo (del partido) al régimen de Al Asad y las acciones terroristas del Hezbolá".

El Tesoro precisó que desde septiembre de 2011, Badreddine solía acompañar al jefe de Hezbolá, Hasan Nasrallah, en unas reuniones con el presidente Al Asad en Damasco sobre la "coordinación estratégica" al comienzo de la guerra civil siria, meses después de que el régimen reprimiera las revueltas pacíficas.

Según la misma institución, desde 2012, "Badreddine coordinaba las actividades militares de Hezbolá en Siria" y había dirigido una ofensiva contra la ciudad siria de Quseir, cerca de la frontera con Líbano, en 2013, donde los rebeldes fueron expulsados durante una violenta batalla.

El Tribunal Especial para el Líbano (TEL), creado por el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas para juzgar el asesinato del dirigente Hariri en un atentado en Beirut en 2005, emitió órdenes de arresto contra Mustafá Badreddine, considerado "cerebro" de la planificación del atentado, y contra otros cuatro miembros de Hezbolá.

El movimiento, que rechazó cualquier responsabilidad en el atentado, rehusó entregar a los sospechosos en varias ocasiones.

El TEL es un asunto sensible en Líbano, un país dividido entre Hezbolá, un movimiento chiita proiraní, y la coalición dirigida por Saad Hariri, hijo del ex primer ministro, sunita.

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