LA DERIVA CONTINENTAL CREÓ LOS ARRECIFES DE CORAL DURANTE 100 MILLONES DE AÑOS

La distribución geográfica actual de la biodiversidad marina contenida en los arrecifes tropicales de coral se debe a los movimientos de placas tectónicas durante 100 millones de años, cuando el cambio en la ubicación de los continentes modificó la posición de arrecifes poco profundos.
Ésta es la principal conclusión de un estudio publicado en la revista ‘Nature Communications’ y difundido por la Escuela Politécnica Federal de Zúrich (Suiza), donde imparte clases de ecología del paisaje uno de los autores de la investigación, Loïc Pellisier.
Este científico indica que para comprender la razón de la diversidad biológica de los arrecifes de coral “hay que mirar hacia atrás 100 millones de años, a una época en la que las actuales América del Sur y África todavía formaban un supercontinente común y la India de hoy era una isla en el hemisferio sur de la Tierra”.
Los investigadores estudiaron por primera vez el patrón geográfico por el cual nuevas especies de corales y peces de arrecife evolucionaron a lo largo de millones de años y demostraron que probablemente se deba a la deriva de las placas continentales.
Para llegar a esta conclusión, combinaron diferentes simulaciones y datos de los cambios geológicos del fondo marino durante la historia de la Tierra e información de la expansión de los trópicos a través de hallazgos fósiles de especies de coral tropicales. De esta manera, crearon un modelo espacial dinámico que indica dónde había aguas calientes y poco profundas en las que corales y otros organismos tropicales hallaron su hábitat.
En ese modelo, aplicaron un mecanismo evolutivo en el que dos especies se forman a partir de una ya existente. Es decir, tomaron cualquier especie marina que vivió en los arrecifes tropicales hace 100 millones de años; si ese arrecife se divide en dos por el movimiento tectónico, las poblaciones de ambas partes evolucionarían de forma independiente y, con el tiempo, formarían dos especies distintas.
Esa fragmentación de los hábitats de arrecifes tropicales ocurrió realmente. La simulación de Pellissier y sus colegas comienza hace 140 millones de años, cuando las actuales América del Sur, África, India y Australia formaban el supercontinente Gondwana, en cuyas costas ecuatoriales rondaban aguas poco profundas. Millones de años después, ese gran bloque terrestre se rompió con derivas continentales y la fragmentación de los arrecifes tropicales.
SENSIBLES AL CAMBIO CLIMÁTICO
Hace entre 50 y 60 millones de años hubo una fragmentación especialmente importante, como explica Fabien Laprieur, profesor de la Universidad de Montpellier (Francia): “En ese tiempo, en la parte occidental de Tetis, el océano prehistórico entre África y Eurasia, había una estructura compleja de fondo marino con muchos arrecifes desconectados”.
Las placas tectónicas se separaron y mezclaron esas aguas, en un sistema dinámico que favoreció la aparición de nuevas especies.
Se sabe a partir de restos fósiles que la región occidental de Tetis era una zona activa de desarrollo de especies en aquel entonces. “Ahora, por primera vez, nuestros modelos proporcionan una explicación a ese movimiento. Debido a los procesos de placas tectónicas, surgieron nuevos hábitats en diferentes lugares a lo largo de millones de años, mientras que otros se fusionaron o desaparecieron. Esas estructuras dinámicas alentaron la reubicación de la diversidad de especies”, apunta Pellissier.
Sin embargo, la biodiversidad de hoy en el sudeste asiático no se puede explicar sólo por esto, sino que más bien fue la región donde la fauna marina de Tetis se juntó con la de Australia hace unos 15 millones de años. Ello fue también el resultado de la deriva continental, en este caso al desplazarse la placa continental de Australia en dirección al ecuador.
“Ya se sabía que ese encuentro ‘australianoasiático’ se llevó a cabo con los animales y las plantas terrestre. Ahora demostramos que sucedió también con la vida marina tropical”, añade Pellissier.
Los ecosistemas de arrecifes de coral son sensibles a los cambios de temperatura y están en peligro en todo el mundo debido al calentamiento global. La Gran Barrera de Coral, en Australia, experimenta actualmente el mayor blanqueamiento coralino de su historia.
“Es importante entender que los ecosistemas de arrecifes de hoy en día tienen una historia muy larga. Tardaron 100 millones de años en construir esa extraordinaria biodiversidad, pero podría bastar menos de 100 años para destruirse”, advierte Pellissier.

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