ECOLOGISTAS ALERTAN AL GOBIERNO DE LA MASIFICACIÓN DEPORTIVA EN ÁREAS PROTEGIDAS

- Proponen medidas para frenar el "frecuente descontrol" de esas actividades. Diversos colectivos ambientalistas y expertos en conservación se han reunido con responsables de la Dirección General del Medio Natural (del Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente) y del Organismo Autónomo Parques Nacionales para transmitir su preocupación y sus propuestas ante la masificación y el “frecuente descontrol” de la práctica de modalidades deportivas en los espacios naturales, especialmente en las áreas protegidas.
Esas entidades son Amigos de la Tierra, Centaurea, Ecologistas en Acción, Fondo Natural, Mountain Wilderness, Redmontañas, Reforesta, SEO/BirdLife y Secem (Sociedad Española para la Conservación y Estudio de los Mamíferos).
Esas organizaciones señalaron este miércoles en un comunicado conjunto que las actividades deportivas tienen “escaso impacto” sobre la naturaleza cuando se llevan a cabo a pequeña escala y de modo respetuoso, pero “los efectos adversos a menudo se disparan cuando la práctica se masifica o se vuelve inadecuada”.
En este sentido, apuntaron que en los últimos años se ha producido “una proliferación exponencial en la práctica de actividades recreativas en los espacios recreativos”, como el descenso en bicicleta de montaña por senderos o fuera de ellos, las carreras y, en ocasiones, “la expansión indiscriminada de la escalada en roca”.
“Muy a menudo, estas prácticas se concentran en zonas de montaña, territorios especialmente vulnerables que se recuperan mal de la mayor parte de los impactos originados por estos deportes: estrés de la fauna protegida, deterioro de la vegetación y erosión del suelo a lo largo de las rutas utilizadas, e incluso deterioro del patrimonio cultural, como en el caso de los caminos históricos”, explicaron.
Los ecologistas indicaron que esas actividades “relativamente nuevas” se suman a otras más tradicionales, lo que produce en ocasiones “conflictos de uso entre colectivos” que se añaden a otros factores que inciden negativamente en los ecosistemas, como el cambio climático, la deforestación, los procesos erosivos por causas naturales y las especies invasoras.
PROPUESTAS
Los expertos precisaron que no proponen que los ciudadanos usen y disfruten de los espacios naturales, sino que se restituya a las áreas protegidas su función básica de conservación. De hecho, recordaron que el Comité Olímpico Español (COE) recomendó en su ‘Guía de buenas prácticas ambientales para eventos deportivos’ de 2011 evitar la organización de eventos deportivos en zonas protegidas.
A este respecto, propusieron que se eviten los periodos críticos para la reproducción de las especies, los horarios nocturnos y el tránsito por las zonas húmedas y de cumbres, y que se aplique el principio de precaución, con lo que debe prevalecer el objetivo de conservación cuando existan dudas sobre el impacto de determinadas prácticas deportivas.
Además, indicaron que las administraciones deben pedir fianzas y tasas en las pruebas que autoricen, cuya recaudación debe reinvertirse en la conservación de los espacios protegidos, que son “soporte de recursos y procesos esenciales como la biodiversidad, el agua, los suelos, la depuración del aire o el equilibrio climático”.
Por ello, pidieron al Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente que se armonice la normativa para el uso deportivo en las áreas protegidas tomando como modelo el recientemente aprobado Plan Director de Parques Nacionales, que realice campañas de sensibilización sobre los problemas que genera “el uso público masificado y a menudo descontrolado” en esas zonas, que introduzca en el currículum escolar la función que desempeñan los espacios naturales y el conocimiento de los valores que albergan, y que establezca un observatorio científico sobre el impacto del uso público en las áreas protegidas.

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