En su comunicado, ha afirmado que con esta decisión busca "hacer tabla rasa", resaltando que busca además "trabajar juntos (con la prensa) en beneficio de los intereses de los ciudadanos y el país", según ha informado el diario local 'Irrawady'.
Los afectados por la decisión son tres periodistas acusados de haber cubierto un evento organizado por un grupo opositor en el oeste del país.
Aye Nai, Pyae Phone Aung y Lawi Weng se enfrentaban a penas de hasta tres años de cárcel en virtud de la Ley de Asociación Ilícita, una norma originaria de la época dictatorial que prohíbe el contacto con organizaciones consideradas ilegales por el Gobierno.
Los periodistas pertenecen a Irrawaddy y Democratic Voice of Burma, medios independientes del Gobierno que publican en inglés y birmano desde la transición democrática en 2011.
La decisión del Ejército afecta además a otros tres periodistas y dos activistas que publicaron artículos críticos con el Ejército, lo que provocó que se presentaran cargos por difamación contra ellos.
Un total de 20 periodistas han sido arrestados o imputados por la citada ley, muy controvertida en el país, desde que la Premio Nobel de la Paz Aung San Suu Kyi se convirtió en la líder 'de facto' del país en 2016.
El Ejército mantiene el control de la Policía, varios ministerios clave y una cuarta parte de los escaños del Parlamento. El Gobierno de Suu Kyi no ha actuado para acabar con dicha legislación.
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