El emperador de Japón Akihito expresó este lunes su preocupación sobre su capacidad para continuar cumpliendo sus obligaciones como jefe de Estado, en un discurso visto para preparar una posible abdicación futura.
"Estoy preocupado por la dificultad para cumplir con mis obligaciones como símbolo del Estado", declaró en un poco habitual discurso a la nación.
"Hay momentos en que siento algunas limitaciones, como mi condición física", dijo el monarca de 82 años, quien dejó entrever que esperaba una reforma de las leyes que obligan al emperador a ejercer hasta su muerte.
El gobierno japonés no tardó en responder al emperador. "Asumimos con seriedad las palabras de su majestad el emperador y tenemos que realizar una profunda reflexión", dijo el primer ministro nipón, Shinzo Abe.
"Teniendo en cuenta las obligaciones del emperador, así como su edad y la carga [de su trabajo], tenemos que ver firmemente qué podemos hacer", agregó.
Las especulaciones sobre el futuro del emperador, en el cargo desde hace 27 años, aparecieron el mes pasado, cuando varias informaciones apuntaban a las dificultades que tenía Akihito para cumplir con sus funciones y su deseo de retirarse en unos pocos años.
El discurso de este lunes es el segundo dirigido por Akihito a la nación, después del realizado en 2011 para tranquilizar a la población tras la catástrofe en la central nuclear de Fukushima, provocada por un terremoto y un tsunami.
La última ocasión en que abdicó un soberano nipón fue hace dos siglos, cuando el emperador Kokaku renunció en 1817
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