El centro, tal y como ha explicado hoy en rueda de prensa el docente y coordinador de la iniciativa, Óscar Robres, decidió traer a su campo el popular juego Pokemon Go y lo transformó en un "proyecto de innovación educativa nacido en la sede de la cuna de la lengua".
Se trata, "no de sacar los colores, sino de aprender, reflexionar y corregir" y educar en el "respeto a la ortografía", todo aprovechando el tirón del Pokemon Go. Los alumnos deben buscar por la calle errores ortográficos.
El proyecto gustó a toda la comunidad educativa y, a día de hoy, ya se han apuntado quince centros de toda España, dado que uno de los pilores es la "implicación" de los docentes y el trabajo del aula, más allá del juego que los alumnos puedan desarrollar con sus teléfonos móviles.
Gracias a que la idea conquistó a Educación se encuentran entre los premios tablets, cámaras y, también, libros electrónicos. Las fotos se suben a instagram citando #gazapongo y se pueden encontrar las bases en la web creada al efecto.
Por ahora, participan alumnos de ESO y Bachillerato, por estimar que son los que tienen teléfono móvil; aunque dado el éxito se está estudiando crear una forma para que participe Primaria.
El consejero de Educación, Abel Bayo, ha destacado que "no es lo mismo leer mucho que leer con sentido" y dentro de esta filosofía ha encuadrado un proyecto que ha calificado de "innovador" y que ha lanzado La Rioja a la plataforma educativa nacional.
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