EL SER HUMANO CONTRIBUYE AL 60% DEL DESHIELO MARINO DEL ÁRTICO

Alrededor del 60% de la pérdida de hielo marino en el Ártico es por el cambio climático inducido por el ser humano, mientras que el 40% restante se debe a cambios naturales en esa zona del planeta, según un estudio llevado a cabo por científicos británicos.
La investigación, publicada en la revista ‘Nature Climate Change’, se basó en modelos de simulaciones de diferentes condiciones climáticas del Ártico, en un raro intento de cuantificar las contribuciones relativas a los seres humanos y a la naturaleza sobre la dramática disminución del hielo marino en esa zona del planeta, con el fin de proyectar con precisón la tasa de pérdida futura y de tratar de ralentizarla.
Los científicos han aceptado durante mucho tiempo que los cambios naturales en el medio ambiente, como la circulación atmosférica del aire, eran al menos parcialmente responsables del deshielo marino en el Ártico, pero su contribución relativa y la del calentamiento global inducido por el hombre han sido intensamente discutidas.
El nuevo estudio concluye que hasta el 60% de la disminución del hielo marino desde 1979 fue causada por cambios en la circulación atmosférica en verano y que, a su vez, alrededor del 70% de esos cambios en el flujo de aire se debió a la variabilidad natural. En conjunto, esto significa que entre la mitad y dos tercios de la pérdida del hielo marino del Ártico es atribuible al cambio climático causado por el ser humano.
Los científicos indican que la variabilidad natural “domina la tendencia de la circulación del verano del Ártico y puede ser responsable de entre el 30 y el 50 por ciento de la disminución general en el hielo marino de septiembre desde 1979”.
"Darse cuenta de que los seres humanos han causado entre el 50 y el 70 por ciento de la disminución no es una buena noticia", apunta Twila Moon, profesora de ciencias criosféricas de la Universidad de Bristol (Reino Unido), quien añade: “El dióxido de carbono y otras emisiones en la atmósfera están teniendo un impacto negativo directo en el ártico, incluyendo el hielo del mar”.
LA TASA MÁS BAJA DESDE 1979
Por su parte, Chris Rapley, profesor de ciencias climáticas en la University College de Londres, subraya que el estudio ayuda a explicar por qué el hielo marino del Ártico estaba desapareciendo más rápido de lo que la mayoría de los modelos climáticos predicen, ya que estos subestimaron la contribución de los conductores naturales.
El mes pasado, científicos del Gobierno estadounidense dijeron que la cubierta de hielo marino en el Ártico en enero fue de 1,26 millones de kilómetros cuadrados, lo que supone un 8,6% menos que el promedio entre 1981 y 2010, y la superficie más baja desde que el registro histórico comenzara en 1979 a través de observaciones satelitales.
El hielo marino, formado por bloques flotantes de agua oceánica congelada que crecen en invierno y se derriten en verano, proporciona una plataforma esencial para los cazadores (humanos y osos) y ayudan a moderar el clima reflejando los rayos solares. Sin embargo, el Ártico se está calentando alrededor del doble de la tasa media mundial, según los investigadores.

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