Así consta en un díptico que ha elaborado la Mesa con información sobre la crisis de los refugiados, donde Osoro apunta a que cada uno "aporte lo que pueda y debe". "Tendremos que hacer un esfuerzo de coordinación que nos vendrá muy bien para ser uno. Ojalá podamos desarrollar una respuesta como Iglesia en Madrid y esta unidad se traduzca también a otros campos pastorales", señala el arzobispo.
En el documento, la Mesa destaca que "Europa no puede dar la espalda a la ética y al Derecho Internacional" y que junto a la acogida, hay que "activar una mirada larga a las causas de las migraciones forzadas". "Es imprescindible asegurar la paz y el desarrollo tanto en los países de origen como de tránsito", añaden.
También consideran "igual de urgente" atajar las causas, cambiar la política exterior occidental, aumentar la Ayuda Oficial al Desarrollo, controlar el gasto militar y el tráfico de armas, exigir a las Naciones Unidas que apoyen operaciones que aseguren la paz y abordar de raíz las causas de la trata de personas.
Bajo la premisa de que las "causas de los problemas deben ser afrontadas en origen", la Mesa de la Iglesia madrileña considera que se debe pedir a los gobiernos y a las instituciones internacionales "una acción más coordinada y anticipatoria que trate de solucionar los problemas en sus causas desde criterios éticos y no estratégicos".
PASOS DADOS HASTA AHORA
En una nota emitida por la Mesa, paralela a la elaboración del díptico informativo, explican que hace algo más de cinco meses, se habla de los pasos dados hasta el momento y se recuerda que el arzobispo de Madrid publicaba una extensa carta pastoral 'Fui forastero y me acogisteis (Mt 25,35): Compartir para multiplicar' sobre el tema.
Poco después, dispuso la constitución de una Mesa por la Hospitalidad con representación de diversas instituciones: Delegación Diocesana de Migraciones, Cáritas Madrid, Comisión Justicia y Paz, Confer Madrid, SJM de la Compañía de Jesús y Comunidad de San Egidio.
Se llevó a cabo una vigilia de oración en el Seminario de Madrid y se inició el trabajo de recogida y clasificación de las "generosas ofertas de comunidades cristianas y particulares". "Sin embargo, las personas que esperábamos... no acababan de llegar", han destacado. Lo dificultaban, en su opinión, "la exasperante burocracia de la UE, el miedo tras los atentados de Paris, la inestabilidad política y la retirada de atención de los medios de comunicación".
Durante este tiempo, han ido elaborando una base de datos con las disponibilidades de voluntariado y los recursos que se han ofrecido, sobre todo, a través de Cáritas de cada vicaría. Ello ha permitido atender varias situaciones, que se suman a la atención que viene brindando Cáritas Madrid a los refugiados de hecho que se encuentran ya entre nosotros o en tránsito hacia otros países de la UE.
Además, han explicado que son periódicamente convocados en la Oficina de Asilo y Refugio de la Comunidad de Madrid para coordinar esfuerzos. "Se nos ha informado de que existen recursos económicos y dispositivos suficientes para la acogida adecuada de bastantes refugiados más de los que hasta ahora han sido recibidos (una cifra realmente insignificante)", han señalado.
La primera respuesta se articula a través de tres entidades con experiencia en este tema como Cruz Roja, CEAR y ACCEM. Por su parte, afirman "la responsabilidad de las administraciones públicas en la tutela de los derechos de los refugiados y el papel subsidiario que corresponde a la Iglesia, siempre dispuesta a colaborar".
"En este momento, nos preocupa la cerrazón de Europa, aparentemente dispuesta a renegar de sus valores esenciales. Esperamos de nuestro Gobierno en funciones que esté a la altura moral que las circunstancias reclaman sin propiciar atajos ajenos a la ética y al Derecho internacional", concluyen.
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