CRUZ ROJA LAMENTA QUE PREVENIR DESASTRES RECIBE SÓLO UN 0,4% DE LA AYUDA INTERNACIONAL

- Hoy se celebra el Día Internacional para la Reducción de los Desastres. Apenas 40 céntimos de cada 100 euros destinados a la ayuda internacional se invierten en preparación preventiva y en medidas destinadas a reducir el riesgo de desastres naturales (como terremotos, huracanes, sequías e inundaciones), pese a que está reconocido ampliamente que la inversión en la capacidad de resiliencia y recuperación antes de que ocurran estos fenómenos puede salvar vidas y ahorrar dinero.
Así lo afirma la Federación Internacional de sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (FICR) en su ‘Informe mundial sobre desastres 2016. Capacidad de resiliencia y recuperación: salvar vidas hoy, invertir en el mañana’, hecho público este jueves coincidiendo con el Día Internacional para la Reducción de los Desastres.
La FICR reclama un “cambio radical” en la financiación de la ayuda internacional porque decenas de millones de personas están expuestas a los riesgos de desastres previsibles, prevenibles y catastróficos ante la falta de inversión mundial en el fortalecimiento de la capacidad de resiliencia y recuperación de las comunidades.
El secretario general de la FICR, Elhadj As Sy, apuntó que “la inversión en la capacidad de resiliencia y recuperación es el mejor medio a nuestro alcance para proteger la vida, los medios de sustento y la dignidad de las personas más vulnerables del mundo.
“No es posible aceptar que la ‘situación siga su curso como algo ordinario’. Ello sólo contribuirá a que cada vez más personas sufran en silencio y a una agudización de la pobreza”, señaló, antes de añadir: “Nuestra labor debe seguir un ciclo continuo que abarque la preparación, la intervención temprana, la recuperación y el fomento capacidad para resistir y superar la adversidad”.
“PUNTO DE INFLEXIÓN”
El informe, recogido por Servimedia, indica que 2016 “bien podría marcar un punto de inflexión en la intervención humanitaria ante las crisis” porque “las necesidades son ingentes”: la migración forzosa ha alcanzado su punto más alto desde la II Guerra Mundial, el número y la magnitud de los desastres provocados por amenazas naturales están en aumento, 2015 fue el año más caluroso en el registro histórico y la urbanización difícilmente contiene los brotes de enfermedades u otras crisis sanitarias.
La FICR subraya que las repercusiones de los desastres registrados en los países pobres causaron pérdidas financieras estimadas en más de 840.000 millones de dólares (762.500 millones de euros) entre 1981 y 2010. Sin embargo, en ese mismo periodo apenas un 0,4% de los 3,3 billones de dólares (3 billones de euros) destinados a la asistencia se invirtió en prevención o en reducción del riesgo.
“No cabe duda de que algo debe cambiar”, expresaron David Sanderson y Anshu Sharma, coeditores del informe, antes de agregar: “La reacción ante los retos humanitarios contemporáneos no se resume a una cuestión de fondos. Se debe invertir en soluciones y asociaciones que fomente la capacidad de resiliencia y recuperación con miras al futuro, así como los medios de sustento, la cohesión social, la salud y el bienestar psicosocial, de manera que las comunidades puedan salir airosas ante eventuales crisis y adversidades”.
Según Naciones Unidas, las mujeres y los niños tienen hasta 14 veces más probabilidades que los hombres de morir en un desastre y aproximadamente el 60% de las muertes maternas prevenibles y evitables, y el 53% de las de niños menores de cinco años ocurren en situaciones de conflicto y de catástrofe natural.

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